“Hoy parece el día de Santa Conformidad” exclamó hace unos días un magistrado de la Audiencia de Sevilla, sorprendido porque los tres juicios señalados para ese día habían concluidos con una conformidad anticipada. En apenas unos minutos el tribunal dejó cerrados, con sentencia firme, unos juicios que en caso contrario les habrían ocupado uno o dos días, además de la preparación del juicio y la posterior deliberación y redacción de la sentencia.

Fuentes judiciales afirman a este periódico que las conformidades en la Audiencia de Sevilla han aumentado un 50% respecto a las cifras de antes de la pandemia. Se está generalizando la convocatoria, “solo a efectos de una posible conformidad” de todos los acusados, abogados y Fiscalía para negociar un acuerdo, lo que también evita trabajo de preparación a los letrados y adelanta varios meses o años la sentencia. En caso de que no se alcance el acuerdo, el juicio se señala para la fecha prevista. 

A finales de mayo, la Fiscalía cerró un acuerdo con 29 de los 31 acusados en la Operación Tornado de tráfico de hachís por el Guadalquivir, que deben ser juzgados en la Sección Séptima de la Audiencia con condenas de hasta ocho años y nueve meses de cárcel para los dos cabecillas. Esas condenas, según el principio de acuerdo, se quedarían en un año y medio y dos años y medio. Otro acusado para quien la Fiscalía solicitaba seis años y medio de prisión podría ser condenado a solo dos.

El 26 de junio fracasó un intento de alcanzar una conformidad con 23 personas acusadas de crear un  entramado de empresas que dieron de alta de forma ficticia en la Seguridad Social a 16 personas. La oferta suponía que la mayor parte de los acusados saldrían con la pena de cárcel convertida en multa.

Estas conformidades anticipadas evitan los macrojuicios con hasta veinte y treinta acusados, que últimamente son muy frecuentes en redes de fraude a la Seguridad Social. En estos casos, la conformidad de alguno de los acusados incentiva a otros a seguir el mismo camino, pues en caso contrario el “arrepentido” declara a continuación como testigo, con obligación de decir la verdad.

Una “atenuante Covid” para no colapsar los tribunales

Coloquialmente, hablan de una “atenuante Covid” de confesión consistente en estimar el reconocimiento en el juicio, y no antes de ser detenido. Según abogados penalistas, desde el punto de vista del acusado resulta muy beneficiosa porque si cuenta con otra atenuante -como reparación del daño o drogadicción- le permite rebajar un grado la pena y, además, sale del juicio con la tranquilidad de que el tribunal ya le ha concedido la suspensión del ingreso en prisión, en caso de que sea factible.

Este tipo de atenuante había sido aplicada hasta ahora solo por la Audiencia Nacional y en juicios complejos de narcotráfico, cuando los procesados renunciaban además a defender sus cuestiones previas de vulneración de derechos fundamentales.  

Después de la pandemia se está aplicando no solo en grandes juicios de narcotráfico sino también en los juzgados de lo penal y por delitos menos complejos como lesiones o estafas. También los juzgados penales están generalizando la cita  previa solo a efectos de conformidad. La idea que más se repite es que “entre todos debemos colaborar en sacar esto adelante, en un momento en que no se puede reunir a mucha gente en una sala de vistas por razones sanitarias”.

En esta simplificación ha influido el correo electrónico para conformidades que ahora incluye la Fiscalía en sus escritos de calificación, en el que invita a los abogados a activar el protocolo en caso de considerar factible el allanamiento. Si prospera, las dos partes presentan un escrito al tribunal explicando los términos del pacto y piden su urgente señalamiento.

Fuentes de la Fiscalía indican a este periódico que ponerse de acuerdo es fácil porque “el que pide cita es porque está dispuesto a conformarse”, El único problema: que muchos quieren una “pena para no cumplir” de menos de dos años de cárcel, y eso no siempre es posible por el tipo de delito.