Estafa inmobiliaria

Un sumario "traspapelado” seis años rebaja una condena de 8 años a 9 meses

  • Dos estafadores con subastas judiciales son condenados a 9 y 11 meses

  • Una de las empresas afectadas perdió una provisión de fondos de 367.234€

Pisos en venta en Sevilla

Pisos en venta en Sevilla / Juan Carlos Muñoz

La Audiencia de Sevilla ha condenado a once y nueve meses de prisión a dos estafadores que captaban clientes con la promesa de venderles, a precios hasta un 70% por debajo de mercado, unos pisos y apartamentos en Sevilla e Islantilla. La sentencia de la Sección Tercera condena por un delito continuado de estafa de especial importancia a Francisco F.F. a once meses de cárcel y a José Salvador S.P. a nueve meses.

Las víctimas de las estafas pidieron hasta ocho años de cárcel para cada acusado pero los jueces les aplican la atenuante de dilaciones indebidas muy cualificadas porque las actuaciones estuvieron “traspapeladas por causa desconocida” en el juzgado de instrucción 19 y el procedimiento estuvo paralizado durante seis años hasta que tuvo que reconstruirse.

Por ello, unos hechos cometidos en los años 2003 a 2005 fueron juzgado en noviembre y diciembre de 2019, según la sentencia facilitada a este periódico por el gabinete de prensa del TSJA.

Francisco F. F. es condenado porque en el año 2003 empezó a ofrecer a terceras personas un supuesto derecho de adquisición de inmuebles a bajo precio, haciéndoles ver que procedían de subastas y que iban a ser adjudicados a un grupo empresarial con el que él estaba relacionado.

En todos los casos se comprometió a devolverles el dinero que le entregaran como provisión de fondos si en el plazo de dos meses a un año no recibían la vivienda, pero la realidad es que ninguno recibió el dinero ni el piso, el acusado cerró la oficina que había abierto en Sevilla y las víctimas fueron incapaces de localizarle.

Dice la sentencia que lo cierto es que todo respondía a un “plan mendaz y fraudulento”, pues los inmuebles no estaban embargados o no estaban sometidos a procedimiento de apremio alguno y pertenecían a terceras personas ajenas a dicha maquinación.

El acusado recibió diferentes cantidades de dinero, destacando los 367.234 euros que le entregó en septiembre de 2003 un grupo inmobiliario para gestionar a la adquisición de 38 viviendas.

Una de las víctimas fue un joven que iba a casarse y le entregó 11.717 euros para la compra de una casa en Castilleja de la Cuesta, otro afectado le dio 36.000 euros para dos viviendas, un tercero pagó 8.834 euros para la adquisición de una vivienda en islantilla y otro comprador entregó 13.500 euros por un piso en Marbella.

El segundo condenado, José Salvador S. P., tenía una oficina abierta en Sevilla dedicada a la compraventa de inmuebles y a la concesión de créditos financieros a clientes con escaso poder adquisitivo, quien según la sentencia se puso de acuerdo con Francisco para repartirse las ganancias que obtuvieran ofreciendo pisos en Islantilla y en Sevilla a precios inferiores en un  40% o 70% por debajo del de mercado. Por este método engañaron a diez compradores que les entregaron entre 10.800 y 12.000 euros.

La sentencia absuelve a los hermanos Sergio y David C.G. porque no ha quedado “acreditado con la certeza que una sentencia penal condenatoria exige” su participación en la maquinación engañosa. Francisco les atribuyó la ideación del negocio defraudatorio y decía ser “un mero captador de clientes a comisión” para ellos.

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