Estafa y denuncia falsa

Condenado un abogado por simular un atropello con ayuda de su novia

  • La mujer confesó la estafa cometida tras romper con el letrado

El Supremo confirma la condena de la Sección Tercera de la Audiencia

El Supremo confirma la condena de la Sección Tercera de la Audiencia

Un abogado ha sido condenado a un año y medio de cárcel por un delito de denuncia falsa y estafa, por cobrar 5.199 euros de una aseguradora tras llevar a juicio el atropello de un peatón presuntamente cometido por su novia.  Pero seis meses después, tras la ruptura de la pareja, ella acudió a la Policía y confesó la estafa cometida.

El falso atropello habría ocurrido en un paso cebra de Morón de la Frontera el 10 de noviembre de 2014, cuando la novia del abogado reconoció haber atropellado con su coche a un peatón y la aseguradora le indemnizó en 5.199 euros por las lesiones.

El Tribunal Supremo ha confirmado ahora la condena que impuso la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla a los tres participantes: el abogado y el atropellado a un año y medio de cárcel y multa de 1.440 euros y la conductora  a siete meses de prisión, al tener en cuenta en su caso la atenuante de confesión. 

La realidad de lo sucedido -explica la sentencia a la que tuvo acceso este periódico- es que la víctima era “un viejo conocido de la infancia” de la conductora. La mujer se lo encontró en la oficina de Correos a finales de 2014, le vio unas heridas graves en la mano y su amigo le dijo que “se había tenido que venir de Francia porque unos moros le habían pegado una paliza, que había venido sin un céntimo y no cobraba ayuda”.

Entonces ella le puso en contacto con su pareja, abogado de profesión,  y fue él quien les propuso denunciar el falso accidente en el juzgado de instrucción 2 de Morón y que luego la víctima le diera a la conductora un porcentaje de la indemnización.

Según la confesión de la mujer, ella al principio se negaba pero su compañero le decía “que eso no es estafa, que le hacía falta el dinero y se llevaría 3.000 euros”.

La acusada declaró en el juicio que actuó por miedo a su compañero, que le creyó cuando le dijo que eso no era una estafa y que luego confió en que él hubiese retirado la denuncia antes del juicio de faltas. Recurrió al Tribunal Supremo pidiendo su absolución y alegando que nunca tuvo una participación activa porque “se limitó a la aportación de los documentos de su vehículo y de su seguro”. Pero el Supremo confirma también la condena respecto a ella porque se trata de un supuesto de co-autoría.

Respecto al abogado, alegó que la sentencia de la Audiencia vulneró su presunción de inocencia pues la condena se basó exclusivamente en la declaración inculpatoria de su ex pareja, que supuestamente habría actuado por despecho.

Responde el Supremo que “no resulta irracional o arbitrario que el tribunal haya creído la versión de la acusada, que no se beneficiaba en absoluto de su reconocimiento sino todo lo contrario, porque fue ella la que desveló unos hechos que la justicia desconocía”.

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