La Audiencia de Sevilla ha condenado a nueve años y medio de cárcel a un maltratador que, entre otros delitos, causó lesiones psíquicas a su hijo de 12 años. El niño desarrolló enuresis, terrores nocturnos y afectación gastrointestinal, por lo que será indemnizado en 5.000 euros.

La Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla, en una sentencia a la que tuvo acceso este periódico, relata que el acusado “de manera consciente y voluntaria, y a sabiendas del menoscabo que podría generar al menor”, maltrataba y amenazaba a su compañera en presencia del  niño. Llegaba a hacer persecuciones a la mujer en compañía del menor y le amenazaba con quitárselo delante de él.

Como consecuencia de ello, el niño “siente pánico” hacia su padre, se niega a verle y está en tratamiento médico en la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil (USMI) del hospital Virgen Macarena.

La pareja convivió en un pueblo de Sevilla entre septiembre de 2005 y el año 2009, y luego de forma esporádica, con periodos de ruptura, hasta 2014. 

Según la sentencia, desde la ruptura definitiva de 2014 el acusado “hizo uso de distintas estratagemas” para mantener a su ex pareja “en una situación de dominación y sumisión”: la perseguía, se presentaba en los lugares que ella frecuentaba y se valió del régimen de visitas con el niño para “mantener contacto constante con ella”.

“De forma habitual” forzaba a su ex compañera a mantener relaciones sexuales “con la amenaza de ejercer forzosamente el derecho de visitas sobre su hijo” o con denunciarla si no lo permitía.

Añade que, conociendo la inestabilidad emocional de ella, derivada de su preocupación por salvaguardar la integridad de su hijo, el condenado le exigía que “atendiese de inmediato todas sus llamadas telefónicas y le diese cuenta de todas y cada una de sus actuaciones”.

Además “se valía de su condición de toxicómano para generarle sentimiento de pena y conseguir sus propósitos”.

Rebajaron la condena a la mitad y el acusado reconoció los delitos

El acusado se enfrentaba inicialmente a 18 años de cárcel pero antes del juicio reconoció los hechos y la Fiscalía y la acusación particular redujeron sus peticiones a la mitad, aplicando la atenuante de drogadicción.

La condena quedó fijada en 4 años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual, dos años por cada uno de los dos delitos de lesiones psíquicas y un año y medio por un delito de maltrato habitual.

Además indemnizará a su ex pareja en 10.000 euros y a su hijo en 5.000, con la prohibición de comunicar con ellos y aproximarse a su domicilio o centro escolar durante seis años y retirada de la patria potestad sobre el menor durante cinco años.