Violencia machista

Retrato de un maltratador: un año y medio de visitas intempestivas, escándalos y violencia

  • No cumplirá los casi 2 años de cárcel a que ha sido condenado

Coche con el que el acusado recogía a sus hijos en el colegio

Coche con el que el acusado recogía a sus hijos en el colegio

Un maltratador ha sido condenado a 19 meses y 16 días de prisión por lesiones en el ámbito familiar, quebrantamiento de medida cautelar y amenazas. Estos delitos, que van acompañados de la palabra “continuados", convirtieron la vida de la afectada en un infierno de un año y medio de duración: su marido se presentaba en su casa a horas intempestivas, montaba escándalos en los lugares donde coincidían (como en la fiesta de fin de curso de sus hijos), la amenazaba de muerte, le anunciaba que se iba a suicidar y llegó a lesionar a su suegra en presencia de sus nietos.

Pero el condenado no entrará en prisión porque la Fiscalía se pronunció a favor de la suspensión con la condición de que no vuelva a cometer delitos en el plazo de dos años.

El condenado es Ricardo S.M.M., que durante varios años mantuvo una relación con la ciudadana rusa O.K., con la que tenía dos hijos menores de edad. Además de esta sentencia en la que él mismo reconoció los hechos, fue juzgado en julio por los 103.879 euros que debe a su ex esposa por pensión de alimentos para ella y sus hijos, lo que puede suponerle otros dos años.

Resoluciones anteriores del Juzgado de Familia le reprocharon el tren de vida que los niños tenían cuando estaban con su padre, razón por la cual cada uno debía recibir  una pensión de 1.500 euros mensuales y, en caso de impago, la madre quedaba autorizada a llevárselos a Rusia, como así sucedió finalmente.

Ahora, la sentencia del juzgado penal 14, a la que tuvo acceso este periódico, relata los numerosos incidentes protagonizados por el acusado, como en marzo de 2017 cuando se personó en la guardería de su hijo, acompañado de “algunos allegados”, y permaneció allí cuando su esposa acudió a recoger al niño pese a ser consciente de la orden de alejamiento que pesaba sobre él.

En junio llamó al porterillo de la vivienda de su esposa y pidió pasar. Al responderle la denunciante que no podía porque tenía una orden de alejamiento, el acusado “muy alterado” le dijo “como se te pase por la cabeza sacar al niño del país, el primero que va a recibir un tiro en la cabeza es tu padre y luego tu madre y que no te quepa la menor duda, que tú a mi me conoces bien”. 

Ricardo disfrutaba de un elevado nivel de vida que, entre otros, le permitía llevar a sus hijos a un exclusivo colegio de Sevilla. En junio de 2017 acudió a la fiesta de fin de curso, se acercó a su esposa y le pidió que le dejara los niños el fin de semana, diciéndole: “si no quitas las denuncias vas a sentir lo que es vivir en un verdadero infierno”.

“Te voy a mandar a unos colombianos para pegarte dos tiros”

En otra ocasión en la que coincidió en una discoteca con la denunciante, se acercó a ella y la intimidó diciendo “que había comprado una pistola y la tenía en la guantera del coche, que si no se iba de la casa iba meterle fuego y le iba a mandar unos colombianos para pegarle dos tiros a ella y a su madre”. Además “le iban a dar una paliza que se iba a olvidar de España”. 

A principios de 2018 la mujer se mudó a Estepona, donde encontró trabajo como esteticista. Según la sentencia, el 9 de junio el acusado acudió a la puerta de la urbanización para hacer entrega de los menores, sin valerse de una tercera persona como se había acordado y lo mismo hizo al día siguiente cuando tenía que recogerlos.

Llamadas perdidas y amenazas por WhatsApp

Otra forma de acoso fueron la “multitud” de mensajes de WhatsApp amenazantes, llamadas y llamadas perdidas, mensajes de audio, fotos y videos que le enviaba desde distintos números fijos y móviles pese a la prohibición de comunicar que pesaba sobre él.

En ellos, según la sentencia, le decía “que se había comprado una pistola y que estaba dispuesto a pegarse un tiro delante de ella, ya que su vida sin ella no tenía sentido”, dijo a su esposa que “si no le dejaba llevarse a los niños de vacaciones le iba a quemar la casa donde vive, así como la casa que ella tenía en Rusia”. 

Lesionó a su suegra en presencia de su nieto

En febrero de 2017, cuando la mujer se disponía a montarse en su vehículo para recoger a sus hijos del colegio, el acusado se personó en su domicilio, le exigió que le diera las llaves de un Ferrari y del vehículo Infiniti que ella iba a usar en ese momento. Cuando la víctima se negó y se enganchó las llaves en los dedos, el acusado se abalanzó sobre ella, le tiró del pelo, la golpeó y le dio mordiscos en los dedos.

Añade la sentencia que en noviembre de 2017, el acusado se acercó nuevamente al domicilio de su esposa. Entonces su madre Svetlana K. salió para fotografiarle y acreditar su presencia en el lugar, a lo que el acusado respondió propinándole varios golpes y empujones que la hicieron caer al suelo y golpearse con un retrovisor. Dicho forcejeo se produjo en presencia de uno de los hijos del matrimonio. 

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