conflicto familiar

Diez años de cárcel por un tiroteo entre hermanos que dejó tres heridos graves

  • Dispararon tres veces a su hermana mayor y dos veces a un sobrino

  • La vecina lesionada dijo que no vio nada, no oyó disparos ni conoce a nadie

Un furgón policial llega los juzgados con detenidos, en una imagen de archivo.

Un furgón policial llega los juzgados con detenidos, en una imagen de archivo. / Juan Carlos Vázquez

Dos hermanos han sido condenados a diez años de cárcel cada uno por un tiroteo contra miembros de su propia familia como consecuencia de una disputa en torno a los niños de ambas ramas. El resultado: tres heridos graves, entre ellos la propia hermana de los acusados, su sobrino y una vecina que estaba casualmente en el lugar. 

El tiroteo ocurrió hacia las 20.40 horas del 15 de agosto de 2013 en la barriada de Los Potros de Dos Hermanas, donde vive toda la familia implicada. Los dos condenados son los hermanos Joaquín y Virgilio C.A., de 42 y 44 años, que acudieron a casa de su sobrino Juan Manuel C.C. “con intención de tomar venganza” después de tener una discusión el día anterior. Iban armados con una pistola detonadora modificada marca Browning y una escopeta de caza.

Tras una breve discusión, Joaquín disparó contra su sobrino y le alcanzó de dos disparos en la región lumbar y en el brazo derecho. Su hermano Virgilio “no pudo o no quiso utilizar la escopeta que portaba” y cogió el arma corta de su hermano, con la que hizo tres disparos contra su hermana Rosa, de 58 años.

Esta mujer fue alcanzada en la mama, costillas y brazo derecho, heridas “que pusieron en peligro su vida por afectar a zonas vitales”.

La tercera víctima fue una vecina que se encontraba casualmente en el domicilio y que recibió un disparo en la intersección entre el hombro y la clavícula.

Los acusados “se disimularon entre los presentes” ante la llegada de la Policía, según la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico. No prestaron ayuda alguna a las víctimas, sino que todo su afán era “escapar de allí para evitar ser identificados y aprendidos”, confiados en la “ley del silencio” y la “falta de cooperación de los vecinos” por “miedo, amistad, o lo que sea”.

De hecho la sentencia precisa que la vecina herida de bala hizo una declaración en el juicio “muy inconcreta y temerosa”, diciendo que “no vio a los acusados ni a la madre, que no conoce a nadie, que no oyó disparos y que no reclama nada por estos hechos”.

En cambio, Rosa C.A. afirmó que sus dos hermanos “vinieron preparados para matarles”.

La abogada de los hermanos condenados, Ofelia Liñán, va a recurrir esta sentencia porque entiende que las heridas causadas eran superficiales y “no eran aptas para causar la muerte a los afectados”. Además alegará ante el Tribunal Supremo que se debe aplicar a los acusados la atenuante de arrebato u obcecación, dado que el tiroteo fue consecuencia de una disputa familiar anterior. Por otra parte, defenderá que Virgilio no quiso disparar contra su hermana sino que ésta se interpuso para proteger a su hijo. 

La Audiencia de Sevilla impone a cada hermano cuatro años de cárcel por un primer delito de homicidio en tentativa, tres y medio por el segundo, un año por lesiones agravadas y otro año y medio por un delito de tenencia ilícita de armas, junto al pago de sendas indemnizaciones de 4.650 euros a su sobrino y 3.700 a su hermana.

La condena por homicidio en grado de tentativa se basa en el testimonio de los forenses, que dijeron en el juicio que los disparos eran susceptibles de provocar la muerte “y es imposible que los acusados desconozcan los riesgos de disparar a alguien a tan corta distancia, sin que ello les sirva de freno para su acción, con lo que asumen el resultado”.

Su hermana Rosa fue la que recibió más heridas, en concreto tres disparos y en las zonas corporales potencialmente más peligrosas, lo que “indica la voluntad de acabar con su vida”.

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