Las elecciones generales en Sevilla

Mi Juan sigue en medio

  • El alcalde estaba a la espera de si abrazar definitivamente la fe sanchista o quedarse quieto. Debe seguir a verlas venir unos meses más

Juan Espadas

Juan Espadas / Antonio Pizarro (Sevilla)

DE acuerdo. No son los años de la cabra, de los ocho diputados por Sevilla ni de los mítines masivos en el Pabellón de San Pablo con la actuación de No me pises que llevo chanclas. Todo ha cambiado aunque sea con el guión de Lampedusa. Ya saben, pese a las modificaciones, todo sigue igual. El PSOE mantiene su fortín en Sevilla pese a los 40.000 votos que se deja desde las generales de abril. En lo que tarda el Ayuntamiento en cobrarle el IBI, un devengo al semestre, el PSOE es más débil en Sevilla y su provincia, pero sus rivales no le hacen sombra.

Está visto que sacar a Franco del Valle de los Caídos no da ni un voto. Pero hasta en sus peores tiempos, con el peor secretario general que han tenido los socialistas en su historia, Sevilla sigue siendo esa mancha roja, rojísima, en el mapa electoral. Ayudará seguro el perfil capitalino de Espadas, “mi Juan” que diría el edil Juan Carlos Cabrera.

Teresa Jiménez Becerril, número uno del PP por Sevilla Teresa Jiménez Becerril, número uno del PP por Sevilla

Teresa Jiménez Becerril, número uno del PP por Sevilla / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

Mi Juan no se mete en líos, anda navegando como puede entre el sanchismo y el susanismo con tal zozobra que cualquier día tendrá que tomarse una pastilla contra el mareo, y se siente tan seguro que ha iniciado una serie de periplos que le permiten conocer nuevos proyectos y tomar distancia de la siempre asfixiante curia de la Plaza Nueva. Mi Juan duerme tranquilo porque deja la Alcaldía al final del mandato. Su futuro reino no es de este Ayuntamiento.

Ni Sánchez sale reforzado, ni Susana puede cantar victoria alguna. Mi Juan debe seguir tendiendo la mano a uno y bailando sevillanas con la otra. En realidad no puede hacer otra cosa. Puede estar en ultramar, en conferencias sesudas o en bodas de tronío, y tejiendo a la vez algún proyecto que permita por fin simbolizar sus ocho años como alcalde. Si Sánchez hubiera sacado el resultado soñado por Tezanos, mi Juan tenía todo preparado para abrazar la fe del sanchismo... pero de momento tendrá que seguir con esos incómodos equilibrios, colocando una vela en cada altar, adorando a dos santos a la vez.

Beltrán Pérez vota acompañados por varios dirigentes del PP Beltrán Pérez vota acompañados por varios dirigentes del PP

Beltrán Pérez vota acompañados por varios dirigentes del PP / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

Mi Juan sabe que él tiene vida propia mientras que Sánchez paga un precio altísimo por pernoctar en la Moncloa y Susana presenta ya demasiadas pústulas. A Espadas lo mejor que le puede ocurrir es que los dos se olviden de él y le dejen seguir yendo a Málaga una vez al mes para traerse más y más turistas que aterrizan en la Costa del Sol.

Mi Juan tiene que esperar. A su favor jugará que Vox sólo tiene dos concejales en el Ayuntamiento. Por mucho que se vengan arriba, su fuerza es limitada. Los socios presupuestarios de la extrema izquierda no andan para tirar cohetes. Los cuatro concejales de Ciudadanos tendrán peor cara que Villegas durante varios meses. Los ocho del PP sí le apretarán todo lo que puedan, porque Beltrán Pérez necesita coger fuerza y demostrar su solvencia ante Casado. Los socialistas difunden desde anoche que el PP cambiará “necesariamente” de candidato para hacer frente al empuje de Vox.

La derecha pura y dura

La derecha pura y dura de Vox se alza como segunda fuerza en la provincia gracias a la ola a favor que empuja a todo el partido por efecto del lío catalán y la exhumación de Franco. Es cierto que con muy poca ventaja sobre un PP que se ha de conformar con ser tercero, pero los de Abascal pueden presumir de esa segunda plaza.

Lágrimas de pollo

El PP sólo gana en el municipio de Tomares. Su alcalde, José Luis Sanz, recupera el acta de senador que perdió el 28 de abril gracias a que la marca nacional ha cogido aire tras el desastre de la anterior convocatoria. La formación de la gaviota vuelve a suspender en los pueblos, como de costumbre. Pero nadie llora. Las únicas lágrimas en la sede provincial anoche fueron las de pollo. Ñam, ñam. Ni siquiera con las mayorías absolutas de Aznar y Rajoy le hicieron sombra los peperos a los socialistas en la provincia.

El PP sí salva los muebles en la capital, donde una extrapolación de urgencia de los datos le daría opciones de recuperar la Alcaldía. Claro que hacer sumas con tres actores cuando uno de ellos –Ciudadanos– está herido de muerte resulta un ejercicio de alta volatilidad. La debacle naranja en toda España en general y la impertinencia de Marcos de Quinto sobre el Betis en particular no dejan a cero a Ciudadanos en Sevilla. Salvan un escaño, un gajo sano de una naranja en proceso de descomposición.

Mi Juan puede dormir bien, pero la muchachada de Podemos no tanto. Lo dijo el líder Iglesias, que desde anoche es menos fuerte. En cualquier caso, la política es ese mundillo donde un día tienes 57 diputados y seis meses después te quedas con diez. Las cosas de los impuestos que se pagan cada seis meses.

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