La caja negra

Nuevo derroche de dinero público en Matalascañas

  • Los carteles ya anuncian 470.000 euros para un centro de interpretación cuando muy cerca está cerrado y en estado de abandono el museo marítimo. No hemos aprendido nada de la anterior crisis. 

El cartel oficial que anuncia la obra

El cartel oficial que anuncia la obra / Juan Carlos Vázquez (Huelva)

Dicen algunos economistas que tardaremos en salir de esta crisis, pero que habrá un momento de explosión en el que nos tiraremos a viajar como verdaderos posesos. Recuerdan que a la crisis económica de 2008 le siguió el boom del turismo. En España recibimos 82 millones de visitantes en el último año completo sin virus, por lo que ya ven ustedes lo que duró en la memoria aquel tiempo donde vivíamos alterados por la prima de riesgo y consumiendo reportajes sobre arquitectos metidos a taxistas e ingenieros vareando olivos. En los ayuntamientos ha pasado tres cuartos de lo mismo. Muchos alcaldes han olvidado el desastre que supuso tener tantas universidades, polideportivos, piscinas, auditorios, museos de estupideces, centros cívicos y otras infraestructuras que se quedaron a medio construir, sin rentabilizar o sin medios para su mantenimiento.

Destrozos en la pasarela de madera de las dunas Destrozos en la pasarela de madera de las dunas

Destrozos en la pasarela de madera de las dunas / Juan Carlos Vázquez (Huelva)

Basta comprobar cómo en una playa tan ligada a Sevilla como Matalascañas se anuncia ya el Centro de Interpretación y Recepción Turística Balcón del Atlántico. La broma cuesta 470.000 euros. Y se levanta muy cerca del fracasado Museo Marítimo, un edificio diseñado por los Monchi que representa el dinero tirado por la administración municipal en los años del cuerno de la abundancia. De aquellos excesos vino la Ley Montoro que encorseta las arcas de los alcaldes con ínfulas.

Más valdría dejarse de las chorradas de los centros de interpretación e invertir el dinero público en proyectos que verdaderamente mejoren la calidad de vida de los vecinos: centros de salud, vía pública, transportes urbanos, refuerzo de los cuerpos de seguridad, alumbrado, limpieza... La lacra de los centros de interpretación estuvo a punto de afectar a Sevilla capital, donde se proyectó uno sobre la Semana Santa que incluía la recreación virtual de una bulla. Aquella crisis terrible acabó con semejante estupidez.

Suciedad bajo la pasarela de madera Suciedad bajo la pasarela de madera

Suciedad bajo la pasarela de madera / Juan Carlos Vázquez (Huelva)

Si ayuntamientos como el de Almonte han ideado, licitado y adjudicado en 2020 un nuevo centro de interpretación es que no hemos aprendido nada. Y no extraña que los economistas vaticinen ya que acabaremos soltándonos la melena en cuanto tengamos la oportunidad, pese a que el paro en Andalucía se irá a más de un 30% en cuanto se acaben los Ertes. ¡Las pensiones y la economía sumergida nos protejan de nuevo! ¡A interpretar, a interpretar, que el mundo se va acabar! Y mientras tanto, las pasarelas de las dunas están destrozadas. Hay linces más allá del coto. Linces listísimos. Menudos ejemplares...