La caja negra

El consejero mete el pinrel

  • Jesús Aguirre comete una 'personal técnica' de libro en la comparecencia en San Telmo en una ciudad vaciada donde algunos ya sueñan con montar un tinglado con pasos

El consejero Jesús Aguirre, en el Palacio de San Telmo

El consejero Jesús Aguirre, en el Palacio de San Telmo / M. G. (Sevilla)

La distancia es la seguridad. Lo proclama la Dirección General de Tráfico en los paneles de la autovía. Se decía en otros tiempos cuando se enseñaba a hablarle de usted a las personas que lo merecían por edad, sabiduría o gobierno. Y se impone ahora por imperativos del guión. Tenemos que distanciarnos como parejas de nazarenos de una estampa antigua.

Retorno a los antiguos hábitos. No se hacinen en la farmacia ni en el supermercado. Dejen salir antes de entrar. Y accedan a los autobuses por la puerta central, como cuando el cobrador se situaba al final en un pequeño mostrador flanqueado por dos barras. Entonces los de Tussam eran vehículos azules y blancos con una franja roja. Y en las farmacias había de casi todo, no como estos horas fatales donde no tienen lo que hay que tener. 

Decían hace poco que Sevilla tardaría en recuperar el listón de los 700.000 habitantes. Salgan al balcón y podrán oír literalmente el silencio y creer por momentos que se encuentran en un pueblo de la sierra extremeña en pleno mes de agosto. A esta Sevilla en estado de alarma sólo le falta el calor y la chicharra. De la España vacía a la España vaciada. Sevilla está vaciada de sevillanos, un placer si se pudiera salir a la calle. Sevilla sin vísperas de fiestas mayores, sin bares y quedándose hasta sin turistas. Irreconocible. 

En Canal Sur Televisión aparece la delantera stuka de la comunicación andaluza (risas en off). El vicepresidente Juan Marín, y el consejero Jesús Aguirre. Hubo un pifiazo de libro en la comparecencia para informar del seguimiento de la crisis. El responsable de Salud afirmó que se han hecho tres mil pruebas de “Preteína C Reactiva”. Los expertos apuntan en privado que el consejero ha debido leer “PCR” y ha tirado por ahí, cuando en realidad se trata de la “Polymerase Chain Reaction”, la prueba con la que se diagnostican virus, tumores, etcétera. En español la técnica PCR es la técnica de la “Reacción en Cadena de la Polimerasa” ¡Nada que ver con lo expuesto por don Jesús! Perdona a tu pueblo, monseñor (Aguirre). La verdad es que este consejero es entrañable. Si fuera encargado de un restaurante es de los que te avisaba en voz baja sin que lo oyera el dueño: "No pida hoy gambas que se va acabar usted rascando". 

La Nuestra, imparable

Hay que tener cuidado con lo que se dice en La Nuestra porque el canal regional está sumando más espectadores que nunca. Está imparable, como la Andalucía de los socialistas. Son los efectos de esta peste del siglo XXI que nos ha tocado vivir. ¿No les ocurre por otra parte que Mercadona se ha convertido de pronto en la única cadena de supermercados de España? Es otra veta del triunfo del empresario Roig, que parece que sólo hay Mercadonas en España.

En el Ayuntamiento la quietud es absoluta. En Vox siguen de cuarentena desde que sus concejales acudieron al mítin de Vistalegre. La limpiadora se niega a entrar en las dependencias. Alguien deja los periódicos y los vasos de la máquina de agua en la puerta. La distancia es la extrema… seguridad.

El alcalde Espadas se reúne con su equipo en el Salón Colón y esta vez sí guarda la distancia de seguridad con sus... fieles ejecutores. La Sevilla en alarma es también la del ocio… y la ociosa. España se aproxima a los diez mil infectados y ya estamos elucubrando con una magna procesión. ¡Esto no lo mejora ni Aguirre! Si no hay Semana Santa nos la inventamos. Miren ustedes, en caso de que esto acabe algún día, saquemos al Cristo de San Agustín o a la Virgen de los Reyes. Pero, por el momento, vamos a dejar aparcadas estas cuestiones, sobre todo ahora que no se cobra la Zona Azul y el estacionamiento es gratis. Habrá tiempo de todo, como de pelear la devolución de los dineros de la carrera oficial. Se entiende que las horas de aburrimiento, como la razón y sus sueños, produce monstruos. Y si no hay nadie más peligroso que un cofrade con las tardes libres, imagínense a miles de cofrades confinados.

Quien quiera un ambiente espiritual exquisito que se conecte a las ocho de la tarde al canal macareno para asistir en directo al septenario de la que no hace falta sacar en procesión porque está los días donde tiene que estar. Sublimes las imágenes del culto con solamente el cura, el hermano mayor y un oficial de junta. Nada más y nada menos. Las imágenes son de una gran belleza, verdaderamente para el recuerdo. Todo lo superfluo se desmorona en estos días que nos ha tocado vivir menos aquellas realidades que son absolutas y certeras. Cada cuál en su casa y la Virgen de la Esperanza en la de todos.

Los militares de la UME se despliegan también más allá del centro y de la estación de Santa Justa. Están también por los barrios con sus vehículos que parecen del cuerpo de Bomberos. Los policías y los militares miran con recelo a cualquier transeúnte, lo escrutan y en función del juicio rápido le dan o no el alto. La UME fue de las pocas cosas indiscutiblemente buenas que hizo el avieso Zapatero, junto al carnet por puntos y la ley antitabaco. Al César lo que es del César. 

Los pájaros pían quizás extrañados por la ausencia de ruido. A la ciudad se le ha acabado la batería de pronto. ¿Volveremos a ser o que fuimos? De momento, Sevilla sin sevillanos. De pronto descubrimos las azoteas y una ciudad de espadañas y torres altas. Los pájaros de abajo están en sus nidos consumiendo el tiempo que de pronto se ha hecho largo e inasumible. Los pájaros de arriba vuelan. Vuelan y pían. La auténtica fiera no ruge en el tendido sino en su casa.

 

 

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