Entrevista | Antonio Guevara. Decano de la facultad de Turismo de la UMA

“Málaga capital no va a morir de éxito turístico, aún tiene mucho desarrollo”

  • El decano de Turismo destaca la fuerte reconversión de Málaga en los últimos 15 años, aunque ve necesario distribuir los viajeros por toda la ciudad y gestionar con sistemas “inteligentes”

Antonio Guevara posa en una de las aulas de la facultad de Turismo de la UMA.

Antonio Guevara posa en una de las aulas de la facultad de Turismo de la UMA. / Javier Albiñana (Málaga)

Antonio Guevara es decano de la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga y, además, predica con el ejemplo porque una de sus principales pasiones es viajar.

A partir de mañana lunes las aulas volverán a llenarse de alumnos y hay muchos temas que tratar en un sector en continuo cambio.

–Vaya semana con la quiebra de Thomas Cook. ¿Se lo esperaba?

–Ha sido bastante fuerte la noticia. Thomas Cook es pionera en el sector turístico, pero es verdad que llevaba bastante tiempo con problemas. Ha habido intentos por parte de otras entidades, incluso chinas, de comprarla. No han sabido o no han querido adaptarse a los cambios. De todas formas, se está hablando de que el paquete turístico ha muerto y eso no es verdad. La irrupción de otros operadores en internet ha desestabilizado el mercado tradicional turístico de agencias de viaje, pero eso no significa que la agencia de viaje haya muerto. Está habiendo un cambio de modelo que nosotros llamamos la superintermediación porque en las plataformas se ve que las compañías aéreas venden vuelos, hoteles y transfers y las de reservas de hoteles también venden alquileres de coches, de viviendas... Todo el mundo vende de todo y hay que adaptarse al mercado. Grandes empresas como Thomas Cook o TUI tienen que reflexionar y, sobre todo, poner paquetes turísticos dinámicos, de forma que el cliente compre lo que quiera y no solo lo que la agencia le ofrezca de forma encapsulada.

–En la Costa del Sol la quiebra de Thomas Cook ha tenido una incidencia pequeña, pero se teme que pueda haber un efecto dominó y caiga otro gigante como TUI, cuya presencia en Málaga es mucho mayor.

–Claro. En Málaga, aunque el tema de Thomas Cook le ha pillado a algunos hoteles, vemos el problema un poco desde la barrera. Los empresarios malagueños llevan varios años haciendo los deberes y han sabido diversificar su sistema de comercialización, porque no se puede poner todo en la misma empresa. En la Costa del Sol afectaría mucho más un problema con TUI, pero esperemos que no ocurra. TUI tiene bastante cuota de touroperación, sobre todo en los hoteles medianos y pequeños. En las grandes cadenas su peso es menor. Las grandes empresas están potenciando mucho su marca para captar clientes, pero las pequeñas y medianas, que no tienen marcas tan potentes, tienen que utilizar las OTAS [agencias de viaje on line como Booking o Trivago] o a los touroperadores.

–Se dice que los turistas organizan cada vez más los viajes por su cuenta. ¿Es realmente así?

–El mundo es muy grande. El turista alemán, por ejemplo, no es como el español. España es un país líder en turismo y tenemos una visión completamente distinta que otros países del entorno. Los españoles somos una avanzadilla porque, al tener el turismo en nuestro ADN, somos capaces de buscarnos la vida y reservar todo por internet. A los alemanes o los británicos, sin embargo, les gusta ir a la agencia de viajes y contratar un seguro. Hay unos países más conservadores que otros, pero es verdad que el mercado cambia año a año aunque no se puede olvidar que, por detrás, hay una serie de empresas que son las que realmente manejan el mercado. La empresa Priceline, por ejemplo, es la dueña de Booking y Kayak mientras que Expedia es el grupo propietario de Trivago, Hoteles.com o Homeaway. El mercado está diversificado, pero realmente es una pirámide.

–¿Están los hoteles malagueños suficientemente preparados en marketing digital?

–La facultad de Turismo lleva varios años con un máster de turismo digital. Falta todavía mucha digitalización en el sector, porque muchas veces se entiende por tener ordenadores pero hay que saber que lo primero que hay que tener es un sistema homogéneo integrado dentro de la propia empresa para tener toda la información conectada y, después, motores de reserva integrados con los operadores. Se ha mejorado bastante. Lo que ocurre es que el avance es tan rápido que o perteneces a un gran grupo empresarial que apuesta por la tecnología o es complicado estar en línea si tienes una pequeña empresa. El uso de redes sociales como Facebook o Instagram sí lo tiene todo el mundo, pero canales de reserva o inteligencia de negocio no. Las empresas deberían tener un jefe de tecnología, pero eso solo ocurre en cadenas grandes. Y en empresas de actividades y de ocio, al ser más pequeñas, no tienen tecnología y sus productos son colocados en portales de los que se terminan haciendo cautivos. Al principio te dan la comercialización gratis, pero luego hay que pagar.

Antonio Guevara, en la facultad de Turismo de la UMA. Antonio Guevara, en la facultad de Turismo de la UMA.

Antonio Guevara, en la facultad de Turismo de la UMA. / Javier Albiñana (Málaga)

–¿Están los hoteles malagueños en vanguardia desde un punto de vista tecnológico?

–Están en una buena situación. Podemos decir que están al 100% en instalación de tecnología de la información y comunicaciones, al 100% de presencia en internet y de canales directos, y sí hay carencia en personalización y gestión de la inteligencia del negocio, de herramientas que nos permitan conocer los deseos del usuario. Conocer los perfiles de los clientes que llegan y saber adaptarse. En cualquier caso en la Costa del Sol somos líderes en muchas cosas y en este aspecto tecnológico vamos bien. 

–¿Y en materia de infraestructuras? ¿Está la planta hotelera modernizada?

–Hay de todo y no se puede generalizar. En Málaga capital la planta es nueva y en la costa vemos un proceso de rehabilitación espectacular en Torremolinos y en otros municipios. Cuando se apuesta por la rehabilitación es porque se ve futuro.

–Este diario organizó el pasado miércoles un foro con inversores hoteleros y todos destacaban que Málaga es un foco para captar inversiones.

–Sí. Málaga es un motor espectacular para los inversores. No obstante, los destinos turísticos, aunque sean pioneros como el nuestro, se tienen que recualificar y adaptar a los cambios que hay. Hay que pensar también que crecer siempre igual no es lo más oportuno.

–Ese es el eterno debate de la calidad y la cantidad. Siempre, sobre todo los políticos, se defiende la calidad ante la cantidad, pero si un mes cae el número de turistas suenan las alarmas.

–Sí. Hay que mirar no solo el movimiento de turistas sino también el gasto turístico. Lo que pasa es que Málaga acapara la mayoría de la capacidad hotelera andaluza y en el momento en que cae un poco el número de viajeros hay hoteles que se quedan más vacíos y empieza el problema. Para traer turistas de calidad hay que generar buenas infraestructuras, un desarrollo sostenible de las playas, la depuración... apostar por la sostenibilidad turística de forma coherente. Puede que vengan turistas más sostenibles que no quieren estar en un entorno lleno de bloques.

–A la Costa del Sol le pilla tarde.

–Sí, pero se pueden hacer actuaciones. De todas formas hemos hecho estudios y la percepción que tiene el turista de la Costa del Sol no es de masificación.

–¿Y eso?

–Porque la mayoría se queda en línea de playa. Están en un paseo marítimo y no tienen la percepción de agobio.

–La Costa del Sol está batiendo año tras año su récord de viajeros ¿hasta dónde se puede llegar?

–Participo en muchos proyectos sobre sostenibilidad o sobre viviendas turísticas y es un tema que está sobre la mesa. La vivienda de uso turístico ha llegado para quedarse y hay que ponerse las pilas y regular de alguna manera. No es malo, pero hay que regular la sobrecarga que llega al territorio. Lo mismo pasa con los cruceros cuando en una ciudad como Málaga aparecen en una misma mañana cinco cruceros con 2.500 personas cada uno, que son 12.500 personas de golpe. Hay que planificar que los cruceros vengan escalonados. En definitiva, creo que hace falta que los destinos, además de hacer promoción de sus ciudades, gestionen. Muchas veces los territorios no saben cuánta gente les va a llegar y hay que establecer una conexión con las empresas privadas para que eso no se sobrecargue. ¿Quién sabe en Ronda cuántos autobuses de turistas van a llegar hoy para ver la ciudad? No es obligatorio que la empresa turística informe y me puedo encontrar, de pronto, con miles de personas en Ronda a la vez en un centro histórico que no es muy grande. Tecnológicamente se puede solucionar. Cada destino turístico tiene sus propias características y debe tener una gestión específica. No se pueden aplicar las mismas reglas en Valencia que en Zaragoza. Hay que poner en marcha sistemas de gestión de destinos inteligentes. Eso no se consigue comprando ordenadores sino planificando y coordinando todo sobre el territorio.

Antonio Guevara. Antonio Guevara.

Antonio Guevara. / Javier Albiñana (Málaga)

–¿Teme que Málaga pueda morir de éxito?

–Yo creo que no. Málaga capital no va a morir de éxito y tiene aún mucho desarrollo. Se ha reconvertido una ciudad en 15 años, ha pasado de ser una ciudad apartada del turismo a apostar. Se hizo un plan muy coherente y estamos en un punto en el que hay que plantearse el futuro. Nadie quiere sentirse turista haciendo turismo. Los destinos tienen que diversificar sus flujos turísticos. En Málaga, por ejemplo, no se puede concentrar todo en el centro histórico. El mercado no lo arregla todo. Hay veces que revienta y tenemos un problema. En determinados lugares del centro histórico hay saturación y hay que establecer políticas para distribuir esos flujos. Es uno de los retos del Ayuntamiento de Málaga y de las empresas.

–¿Qué repercusión cree que puede tener el Brexit en Málaga?

–Creo que la repercusión principal será para los residentes británicos que están aquí, pero los turistas van a seguir viniendo a la Costa del Sol. Habrá aranceles y cambios que perjudicarán en un primer momento, pero se irá normalizando.

–Hemos hablado de pasada de las viviendas turísticas. ¿Qué solución ve al conflicto creado?

–Para mí son una actividad empresarial y deberían darse de alta en el impuesto de actividades económicas como cualquier otro tipo de negocio. Los ayuntamientos tendrán que decir dónde se pueden poner este tipo de viviendas.

–Mañana lunes empiezan las clases. ¿Cuántos alumnos hay en la facultad de Turismo y qué novedades hay?

–Tenemos 1.100 alumnos y dos títulos de grado. Uno de Turismo y otro nuevo que se implanta este año de Ciencias Gastronómicas y Gestión Hotelera, que es el único existente en Andalucía. Aparte hay dos másters en Turismo Electrónico y en Dirección y Planificación del Turismo, así como otros títulos propios de Dirección Hotelera, Enoturismo o Congresos. La facultad de Turismo tiene un equipo de profesores fabuloso y lideramos una red de 28 universidades españolas o coordinamos un doctorado interuniversitario de 12 universidades. Tenemos una universidad muy potente.

–¿Cuáles son las principales salidas profesionales y el porcentaje de colocación?

–El índice de inserción laboral es bastante alto. Primero en puestos de menor nivel y luego van subiendo. Hay seis salidas profesionales distintas: alojamiento, dirección de restauración, distribución turística, transporte, planificación de destinos y formación e investigación.

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