Relatos de verano

Tragar: VI. Hola

M se pasa la mañana entera en la oficina del INEM y entretanto piensa en su compromiso con la comida y en que este se manifiesta sobre todo cuando se siente prescindible, que es casi siempre. M está comprometido con Comilones Anónimos, su grupo de apoyo para adictos a la comida, con su propósito de vivir para comer y de morir comiendo, con los bufés libres de alitas de pollo picantes, con enfrentarse a los imbéciles que no le permiten cumplir por completo con este último compromiso, con Arturo Pérez-Reverte y con obtener una respuesta por parte del doctor Relimpio."¿Qué hago, doctor? ¿Me acerco al contenedor? ¿Rebusco dentro? ¿Me llevo de vuelta a casa esta fiambrera con lo que parecen sobras de arroz tres delicias o me las como aquí mismo?.

Relatos de verano

Tragar: V. None (II)

M se aburre. Se pregunta por qué el doctor no responde a sus correos. Cuando sale a la calle solo siente odio por el aspecto de su barrio y por quienes lo han convertido en una cloaca. M siente especial odio por los mendigos, se pregunta por qué los vecinos demuestran tanta tolerancia hacia ellos. También se pregunta si esta es la razón de que los mendigos utilicen el barrio como su parque de atracciones particular. Hasta que aparece El Ratoncito, un individuo que deja trozos de queso por las aceras para que los perros y los mendigos los devoren y mueran envenenados.