Paco de Lucía era gaditano del Mediterráneo, pero mantuvo en su vida lazos poderosos que le ataron a la otra orilla de la provincia, a la atlántica. Gaditano entre dos aguas. Fue gaditano del Mediterráneo, sí, pero también gaditano del Atlántico, de Cádiz, de la Bahía en la que encontró sus raíces familiares, donde se bautizaron algunos de sus hijos y donde sus conciertos, casi siempre al aire libre, inundaban las calles con un eco especial. Él lo sabía y afrontaba sus actuaciones con inusitada responsabilidad: "Este concierto en Cádiz me da mucha jindama", decía Paco de Lucía en la víspera de su recital de mayo de 2007 ante 7.000 personas en la plaza de la Catedral. Fue el concierto con el que Diario de Cádiz celebró por todo lo alto su 140 cumpleaños.

No fue, sin embargo, la última actuación del guitarrista en la capital. A la historia también pasará su magnífico concierto del año pasado en el Castillo de San Sebastián. Con anterioridad, en agosto de 2004, Paco de Lucía actuó en el entonces escenario habitual de los veranos gaditanos, el teatro José María Pemán, en el Parque Genovés, donde unos años antes había compartido escenario con otro artista de excepción, el pianista Chick Corea.

De todas las actuaciones, el concierto de la Catedral fue emblemático. Primero, porque descubrió para la ciudad un nuevo emplazamiento que, de hecho, acogió posteriores citas musicales e igualmente multitudinarias Y después, porque fue un espléndido concierto en el que el maestro repasó su carrera. Parco en palabras, como solía ser habitual en sus conciertos, habló a cambio por los codos con su música.

Pero el lazo que quizás ató más fuertemente a Paco de Lucía con Cádiz fue el familiar. En febrero de 1977, en Amsterdam, el guitarrista algecireño se casó con Casilda Varela Ampuero, la hija de José Enrique Varela, el general de San Fernando que firmó varias páginas de la historia de Cádiz en la guerra y en la posguerra y cuya familia poseía en los extramuros de la capital un amplio chalé que actualmente sigue en pie aunque parte del terreno ha pasado a ser plaza pública.

En Cádiz bautizó el matrimonio a dos de sus tres hijos. En octubre de 1979 cristianó en la iglesia de La Palma a su segunda hija entre "un reducido grupo de familiares e invitados", según la crónica periodística de la época. Y en 1984, en julio, bautizó en la Catedral a su tercer hijo, con la princesa Teresa de Borbón Parma y el guitarrista Manolo Sanlúcar como padrinos.

La Bahía gaditana quedó ayer enmudecida con su marcha. El Ayuntamiento de Cádiz emitió una nota en la que lamentaba el fallecimiento del "genio de la guitarra" y donde recordaba sus dos últimos conciertos en la capital. También la Diputación recordó al Hijo Predilecto de la Provincia, título con el que fue reconocido el artista algecireño en marzo de 1997. "La provincia pierde hoy a uno de sus grandes genios. Un hombre que universalizó la guitarra española. Un artista capaz de llenar un escenario entero con tan solo el toque de su guitarra".