Escuchar a GAF es sumergirse en un desierto repleto de extraños vientos evocadores, rendirse a un ritmo o a una secuencia sin reparar en los límites que la cordura nos impone desde el hábito y la ordinariez. El próximo viernes, los responsables de esa maravilla titulada GAF y la estrella de la muerte se encargarán de abrir el festival ofreciéndonos un universo tan primitivo como moderno. A cinco días del comienzo del Monkey, cambiamos impresiones con el responsable del invento, el "agitador cultural" Kurajica Mladen.

-¿Suena GAF como "plantas, animales y torbellinos"?

-Por lo menos a nosotros nos gusta pensarlo. El mundo natural y sus paisajes siempre nos han fascinado. El código y la conducta, la razón de ser de esos elementos tiene algo espiritual y evocador. Nos parece más interesante todo ese lenguaje que está más allá de lo meramente visible y 'humano'. La música está en todas partes y el mundo natural es sin duda una fuente inagotable de recursos y formas de ver y entender.

- GAF y la Estrella de la Muerte lo presentaron en Japón.

-Deambular por Japón es lo más parecido a estar en un planeta alienígena. Además, el hecho de que viniésemos de un sitio tan tropical como Canarias y que hagamos tanto ruido les trastocó un poco. No recuerdo haber metido tanto ruido en mi vida... No llevamos el directo de nuestro último álbum por todo lo que había sucedido con Fukushima. La gira fue un mes después. Al final preparamos un set especial y muy radiactivo. De todas formas, estamos preparando una nueva gira para el verano que viene donde aprovecharemos para presentar el último disco allí. Japón y su gente son simplemente fascinantes.

-A veces uno se mete en las canciones de GAF y se cree en un desierto, otras se acuerda de Morricone… ¿Por qué la definen como "psicodelia"?

-Psicodelia es un término amplio en el que pueden tener cabida muchos estilos a la vez. No encasilla ni excluye tanto como otros géneros. La psicodelia es más bien una forma de hacer música donde el trance y la repetición priman por encima de todo, independientemente de los recursos, patrones o fuentes sonoros. Olvidarte de lo que te define, diluirte en lo que te rodea y dejar de ser uno mismo, por lo menos por un corto periodo de tiempo, es lo que más nos atrae. Es una especie de ritual tribal.

-¿Componen pensando en la cabeza del oyente?

-No solemos partir de presupuestos, y si lo hacemos es para que las piezas nuevas encajen dentro del set que pretendemos llevar a cabo. Lo que sí hacemos es guiarnos por las sensaciones que puedan transmitir las composiciones. Nos gusta imaginar espacios desérticos, es verdad, pero también lugares extraños y ciudades. Por otra parte, hay mucho de azar en todo el proceso, por lo que el resultado es siempre incierto. Pensar de antemano cómo podría calar el tema en el oyente no tiene mucho sentido. Más que un proceso compositivo, diría que hay distintos modos de composición en GAF. A veces los temas salen de un loop, otras de una línea melódica o de una textura sonora o un ritmo.

-¿Tocan los temas siempre igual, improvisan, entran en trance sobre el escenario?

-Siempre hay algo de improvisación, sobre todo porque solemos adaptar el set al espacio o al ambiente donde tocamos. A veces lo hacemos más ligero y comedido; otras más ruidoso o volado. Y sí, es el trance lo que perseguimos .

-Con GAF y La Estrella de la Muerte cierran el ciclo que comenzaron con La sociedad del bienestar. ¿Por qué una trilogía?

-Se trataba de sacar en un año tres trabajos distintos que guardaban una estrecha relación entre sí por el proceso creativo y el funcionamiento interno del grupo. Queríamos sacar un mismo mensaje desde tres perspectivas distintas. El hecho de ser una trilogía tan poco ortodoxa nos atraía: no se trataba de ninguna continuación , sino de una simultaneidad. Es un reflejo de lo que hacíamos en ese tiempo: preparar y tocar tres sets al mismo tiempo.

-Con cada disco han ido integrando nuevos componentes. ¿Se han fijado un límite o están dispuestos a ser una legión?

-GAF es ante todo una familia y una formación muy flexible, en la que entra y sale gente con frecuencia. Ahora hay varios miembros en el extranjero que no participan en lo último pero que sin embargo lo harán cuando las circunstancias se lo permitan. Las puertas de GAF nunca se cierran. En cuanto a lo de la legión, pues sí, hay un proyecto de 'reunificación total'.

-El Monkey es uno de los eventos musicales más reconocidos del país. ¿Qué esperan de él?

-Sabemos lo importante que es poder tocar allí, por todo lo que supone de promoción y entrar en contacto con mucha gente del gremio. Nos hace ilusión. Es un festival al que simplemente se tiene que ir. El ambiente que se vive tanto de día como de noche es increíble. Pero lo primero es lo primero, hacer bien nuestros conciertos y disfrutar.