Valentino Rossi recuperó su cetro en Jerez. El italiano, que no ganaba en el Circuito desde el año 2009, lideró de principio a fin la carrera de MotoGP y sumó su noveno triunfo en este trazado. El de Urbino ha ganado en todas las categorías (125, 250, 500 y MotoGP) y se ha colocado a nueve triunfos del registro histórico de Giacomo Agostini. 

Rossi no encontró rival ni en Jorge Lorenzo, su compañero de equipo, ni en Marc Márquez. Salió bien y sólo permitió un adelantamiento de Lorenzo en la curva Nieto durante la primera vuelta, al que respondió en la enlazada Peluqui. A partir de ahí, nadie más osó toserle. 

El mallorquín tenía el mejor ritmo del fin de semana pero en ningún momento de la carrera se bajó del 1:40 en el que se había movido con soltura durante la FP4. Rodando todos un segundo más lentos, Rossi se encontró como pez en el agua y poco a poco fue abriendo una brecha que llegó a alcanzar los tres segundos. Luego, supo administrar esa ventaja a pesar de la reacción a mitad de carrera de Lorenzo, quien se quejó de una caída de rendimiento del neumático trasero por el centro que le obligaba a cortar gas en las rectas largas del trazado jerezano.

Por detrás, Marc Márquez puso la calculadora y prefirió sumar 16 puntos a arriesgar ante la afición española. Se contuvo, lo que demuestra una madurez que le faltó en determinadas fases de la pasada temporada, sobre todo al principio cuando sufrió tantas caídas que acabaron con sus opciones de revalidar el título de 2014.

Los dos pilotos oficiales de Yamaha y los dos de Honda montaron los mismos compuestos: duro en el tren delantero y medio en el trasero. Sin embargo, esta relación no sirvió para rodar en tiempos del sábado, probablemente por la brusca subida de temperaturas: 26 grados en el ambiente y 41 en el asfalto. 

El peor de los ‘cuatro fantásticos’ fue Dani Pedrosa. El de Castellar faltó a su cita con el podio -nunca se había bajado de él en MotoGP- a pesar de protagonizar una gran salida. El ‘26’ salía desde la séptima plaza y llegó a rodar en la tercera posición durante las primeras vueltas. No obstante, fue de más a menos y se vio incapaz de seguir el ritmo de Márquez. Éste, a su vez, pudo seguir a duras penas a Lorenzo durante varias vueltas pero nunca le ‘enseñó’ la moto. 

El balear intentó a mitad de carrera acercarse a Rossi. De tres segundos, la desventaja pasó a dos. Parecía que había carrera pero en ese momento mostraron al italiano el mensaje ‘brk’ en la pizarra. A partir de ahí, coincidieron los problemas de Lorenzo con un nuevo apretón de Rossi, que enfiló las últimas cinco vueltas concentrado en no cometer ningún error sabiéndose ya ganador del Gran Premio para reencontrarse con un triunfo en Jerez que calificó de “muy especial por ganar en la Catedral”. Ahí es nada.

Por detrás, Aleix Espargaró fue el primero de las Suzuki manteniendo un bonito duelo con Pedrosa, a quien en ningún momento pudo superar. Sexto quedó Maverick Viñales mientras que la primera satélite fue la de Pol Espargaró, octavo en la clasificación. El único que no acabó la carrera fue Álvaro Bautista, al irse al suelo en la curva Crivillé.

Al margen de la carrera, la situación de Jorge Lorenzo en Yamaha después de anunciar esta misma semana su fichaje por Ducati pasa a ser delicada. Lorenzo es el actual campeón del mundo pero el mallorquín no se siente el primer piloto de Yamaha -uno de los motivos, si no el principal de su ida a Ducati- y además Rossi ya ha renovado por el equipo de los tres diapasones. Ayer se pudo ver algo de por dónde pueden ir las cosas a partir de ahora. Lin Jarvis, que no suele bajar al parque cerrado, celebró efusivamente el triunfo con Rossi y luego habló, con menos entusiasmo, con Lorenzo. Queda mucho campeonato pero da la sensación de que Yamaha ya ha elegido quién desea que gane el campeonato y ese no parece que sea Lorenzo.