El pasado año Opel se adentraba de lleno en el segmento de los SUV con dos modelos completamente nuevos.

Se traba del Crossland X y Grandland X, dos todocaminos desarrollados junto a PSA (Peugeot, Citroën y DS) que se sumaban al pequeño Mokka X, que tan buen resultado ha dado a la marca alemana.

Pues bien cuando todavía no ha pasado un año completo de su comercialización –el Crossland X se presentó en mayo y el Grandland X lo hizo en septiembre- la firma alemana ya ha comercializado cerca de 170.000 unidades de ambos modelos, 100.000 del Crossland X y 70.0000 del Grandland X.

Entre las novedades que incorpora destacan las llantas de 19 pulgadas.

Se trata de dos datos muy interesantes. Y no solo por la cifra de ventas que, como es lógico, es razonablemente buena (entre ambos, la firma alemana ha vendido 7.000 coches en España).

También es interesante porque son modelos muy rentables para Opel ya que conviene recordar que ambos coches derivan del Peugeot 3008 y Peugeot 5008 (Opel ya está bajo el paraguas de PSA, el grupo francés propietario de Peugeot, Citroën y DS).

No obstante, lejos de detenerse ahí, Opel tiene nuevos planes para ampliar la gama de ambos modelos. Y en particular la del Grandland X, el SUV que aquí nos ocupa.

Nuevo acabado Ultimate

Y uno de esos planes es dotarle de un nuevo equipamiento, llamado Ultimate. Desde Opel señalaban que muchos de sus clientes optaban por equipamientos muy completos a la hora de configurar este modelo.

De ahí que decidieran crear un nuevo acabado -Ultimate- con un gran equipamiento de serie tanto en confort como en seguridad. Y así es como nace el Grandland X Ultimate que ya está a la venta.

Los asientos de este nuevo Grandland X Ultimate se caracterizan por ser de cuero y estar calefactados.

¿Pero qué incorpora?, te preguntarás. Pues bien, comenzando por el equipamiento en materia de confort podemos destacar elementos como asientos delanteros calefactables acabados en piel, el sistema de navegación Navi 5.0 IntelliLink, compatible con Apple CarPlay y Android Auto y con una pantalla táctil de ocho pulgadas…

No obstante, a nosotros lo que más nos ha llamado la atención es el equipamiento en seguridad. Entre otras cosas porque incorpora un equipamiento muy interesante.

Hablamos, por ejemplo, de elementos como los faros de led adaptativos, el sistema que lee las líneas de la carretera y te mantiene en el carril, la frenada de emergencia automática que evita atropellos y colisiones y la cámara de 360 grados, entre otros elementos.

Junto a este equipamiento en seguridad y confort, el nuevo Grandland X también se caracteriza por incluir detalles novedosos en lo que a diseño se refiere. Por ejemplo incluye unas llantas de nuevo diseño y 19 pulgadas, la posibilidad de elegir el techo y las carcasas de los espejos en negro, las barras cromadas, etcétera.

Nuevo motor de 177 CV

Asimismo, este nuevo Grandland X Ultimate también se caracteriza por la incorporación de un nuevo motor en Opel. Se trata del diésel 2.0 de 177 CV y origen PSA.

Este motor, de hecho, ya lo incorporan otros modelos como el Peugeot 308 o el Peugeot 5008. Asimismo, este nuevo motor diésel sólo puede estar asociado a una caja automática de convertidor de par con ocho velocidades y desarrollada por la japonesa Aisin.

Este nuevo modelo ofrece un comportamiento dinámico y una gran eficiencia.

No obstante, este diésel no es el único que está disponible con el acabado Ultimate. También se puede encargar con esta terminación más equipada el motor de gasolina 1.2 de 130 CV, un propulsor que conocemos bien en el grupo PSA.

Al volante

Para conocer de cerca el nuevo Opel Grandland X Opel nos ha preparado una ruta de aproximadamente 150 kilómetros entre los alrededores de Bilbao y San Sebastián, en el País Vasco. Una ruta, en la que además se podía conducir en autopista y carreteras convencionales para comprobar mejor así el funcionamiento de motor y caja de cambios.

Y la verdad es que el Grandland X nos ha parecido muy satisfactorio en ambos escenarios. Para empezar, en autopista es muy cómodo.

El motor es refinado, suave, no ofrece grandes vibraciones y tampoco se le oye demasiado dentro del habitáculo, incluso en aceleraciones fuertes y en frío. A ello se suma un habitáculo bien aislado y unos asientos ergonómicos que nos auguran poder realizar grandes distancias sin elevados síntomas de cansancio.

El Grandland X es un SUV de tamaño medio con un gran espacio interior.

Llega el momento de conducir por carreteras secundarias y, de nuevo, este Opel vuelve a sorprendernos. Entre otras cosas porque pese a que es un SUV tiene cierto carácter dinámico. Acelera con contundencia  a la salida de las curvas y la suspensión es bastante firme, lo cual –aunque a veces puede resultar rebotona- se agradece. Eso sí se echa de menos y más en un modelo como este que no tenga levas en el volante.

Y todo ello con unos consumos eficientes que durante la ruta se han detenido en torno a los 7 litros cada 100 kilómetros, una cifra más que razonable.

Precio y nuevos motores

En cuanto al precio del Grandland X Ultimate es de 39.800 euros para la versión probada con el motor 2.0 diésel de 177 CV y el cambio automático. Existe eso sí una variante más económica -32.581 euros- si se asocia este acabado al motor 1.2 de 130 CV.

Y también señalar que en torno al verano, Opel también introducirá un nuevo motor 1.5 diésel con dos niveles de potenci 100 y 130 CV, un motor que sustituirá al conocido 1.6 turbo de 120 CV. Además, también llegará en gasolina el motor del Peugeot 308 GTI, el 1.6 de 180 CV.