Estadio Azteca, 4 de agosto de 1999. Wembley Stadium, 11 de agosto de 2012. Esos dos escenarios y fechas están muy presentes en la concentración mexicana, que se agarra a esos capítulos gloriosos antes de enfrentarse a Brasil para soñar con el triunfo.

Todos los antecedentes mundialistas sonríen a la canarinha. Un 4-0 en 1950, un 5-0 cuatro años después, un 2-0 en 1962 y, finalmente, un empate sin goles en 2014. Cuatro duelos, tres victorias y 11 goles favor por ninguno en contra. Pero la Tri prefiere recordar esas fechas de 1999 y 2012. En la primera, hace casi 20 años, venció a Brasil por 4-3 en la final de la Copa Confederaciones. Y en 2012 se impuso a la ya pentacampeona mundial en la final olímpica de Londres por 2-1.

"Incondicionales, contra Brasil ya hemos metido golazos históricos", indicó la selección en Twitter con un vídeo de la final de la Copa Confederaciones de 1999. "Ya sabemos qué es ganarle a Brasil en escenarios importantes", añadió en otro tuit una foto de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En aquella Copa Confederaciones de 1999, México se impuso por 4-3 con un doblete de Zepeda y otros dos tantos de Abundis y Cuauhtemoc Blanco. Entonces ya jugaba un jovencísimo Rafa Márquez que, esta tarde podría convertirse en el primer jugador de la historia que disputa cinco partidos de octavos de final en los Mundiales.

Si el Brasil de 1999 era un equipo sin grandes estrellas -estaba un Ronaldinho de apenas 19 años-, el de 2012 sí era una canarinha potente. Neymar, Thiago Silva, Marcelo, Óscar, Hulk o Pato estaban en la plantilla que cayó en Wembley en el partido por el oro olímpico.

"No podemos estar pensando en la historia ni quedarnos con el pasado, porque eso sí sería contraproducente, sino pensar que ya hemos hicimos buenas cosas jugando contra Brasil", recordó Talavera, suplente hasta ahora de México, que apostó por "vivir el presente".