El jugador revelación de Colombia en el Mundial de Rusia juega en River Plate, responde al nombre de Juan Fernando Quintero y ejerce de 10, con o sin James Rodríguez al lado. No es de extrañar, pues, que a un día para el duelo por los octavos entre Inglaterra y Colombia, los ingleses estén preocupados del menudo mediapunta cafetero.

Quintero se presenta como el casi seguro director de operaciones de una selección que, un partido más, difícilmente podrá contar con James. Afectado por "un edema menor sin rotura fibrilar en el sóleo derecho", sería casi un milagro que el máximo goleador del Mundial de Brasil pudiera estar a disposición de José Pékerman para el choque del martes en Moscú.

Para los colombianos será un inconveniente, sin duda. Pero el técnico argentino ya encontró el remedio a la ausencia de James: dar el mando a Quintero. Lo descubrió en el accidentado choque del estreno ante Japón. Lo confirmó en la poderosa victoria sobre Polonia. Y lo ratificó en la compleja última jornada de la fase de grupos frente a Senegal.

Por segunda vez, ante los africanos, el mediapunta de 25 años se las apañó para suplir con solvencia la repentina e inesperada ausencia del gran astro nacional. Y eso justo después de haber demostrado, ante los polacos, lo bien que funciona en el mediocampo de una Colombia que necesita del balón para ofrecer su mejor versión.

"¡Juan, Juan, sos un crack!", le gritó Pékerman a Quintero, sin poder contenerse, en medio del choque ante los senegaleses. El joven se acercó a su seleccionador y, con una sonrisa, le respondió al halago al oído antes de continuar con su exhibición.

"Mi profesión a menudo puede estar llena de polémica, puedes pasar de ángel a demonio en un abrir y cerrar de ojos. Pero una de las satisfacciones que puede sentir un entrenador es este contacto cercano con los jugadores y su amor por el deporte", explicó Pékerman sobre la anécdota después de que las imágenes se hicieran virales.

Al veterano entrenador ya le había complacido la actuación de Quintero en el debut ante Japón, cuando Colombia jugó con diez hombres durante 85 minutos y sin James en su once inicial. Ante las molestias del jugador del Bayern, el argentino había apostado por darle la manija al jugador de River, que cumplió por encima de las expectativas: no sólo anotó el único gol de los cafeteros de falta directa, sino que dirigió el equipo con criterio en la amarga derrota (2-1). Además, su tanto lo convirtió en el primer futbolista colombiano en anotar en dos Copas del Mundo, pues también había marcado ante Costa de Marfil en Brasil 2014.

Su sombrío paso por el Oporto tras el éxito colombiano en el último Mundial, su marcha del fútbol europeo y la lesión que lo apartó de la Copa América 2015 no ayudaron a que Pékerman lo convocara con asiduidad. De hecho, el técnico argentino prescindió de él durante la fase clasificatoria hacia Rusia.

Tras su buena campaña en Argentina, El Profe lo llamó para los amistosos premundialistas ante Francia, Australia y Egipto y, finalmente, lo incluyó en su lista de 23. Y Quintero aprovechó la oportunidad desde el primer partido. "Me preparé mental y físicamente. El fútbol te devuelve lo que tú le das", afirmó el mediapunta de River Plate.

Poco a poco, los elogios empezaron a llover de todas partes y su presencia en el once mundialista de Colombia cada vez parecía más cercana, por su capacidad para asistir, abrir el campo y generar peligro a balón parado.

"Se presentó la situación de James, esperemos que no sea nada grave y que tenga una buena recuperación", agregó Quintero, que salió del mismo club que el crack del Bayern -el Envigado de Colombia- y años después heredó su camiseta número 10 en la selección sub 20.