Un tribunal finlandés condenó ayer a cadena perpetua al yihadista marroquí Abderrahman Bouanane, autor del ataque con un cuchillo que causó la muerte a dos mujeres y heridas a otras ocho personas el pasado 18 de agosto en la ciudad de Turku (suroeste de Finlandia).
El tribunal, formado por tres magistrados, condenó a Bouanane por dos delitos de asesinato y ocho intentos de asesinato con motivación terrorista, en el primer juicio de este tipo en la historia del país nórdico.
Bouanane, de 23 años, llegó a Finlandia en 2016 como solicitante de asilo bajo una falsa identidad y fue internado en un centro de acogida cercano a Turku mientras las autoridades migratorias tramitaban su caso.
Tras serle denegado el asilo en primera instancia, Bouanane recurrió la decisión y estaba a la espera de la sentencia definitiva cuando, según la investigación policial, conoció a un extremista de origen uzbeko llamado Zuhriddin Rashidov y empezó a radicalizarse.
Rashidov, sobre quien pesa una orden internacional de arresto, le familiarizó con la ideología y los métodos terroristas del Daesh, lo que llevó a Bouanane a interesarse en la posibilidad de cometer algún tipo de atentado.
Los ataques del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils, en los que murieron 16 personas y centenares resultaron heridas, terminaron por animarle a cometer una acción violenta. Según explicó en los interrogatorios, se indignó al ver que el mundo occidental se solidarizaba con las víctimas mientras, a su juicio, a nadie le importaba lo que sucedía en Siria.
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