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Conte urge a resolver la "falsa solidaridad" de la inmigración

  • El primer ministro obtiene el apoyo del Senado, donde dice que Italia "no será racista nunca", pero ataca a la UE por dejarla "sola ante este desafío"

Giuseppe Conte, primer ministro italiano, hace con las manos mientras aplaude ayer en el Senado el el ministro de Trabajo, Luigi di Maio.

Giuseppe Conte, primer ministro italiano, hace con las manos mientras aplaude ayer en el Senado el el ministro de Trabajo, Luigi di Maio. / ANGELO CARCONI / efe

El nuevo jefe del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, apoyado por el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, prometió ayer que se acabará "con el negocio de la inmigración", del que aseguró que "ha crecido de manera excesiva bajo el manto de una falsa solidaridad" en su discurso de investidura en el Senado, donde obtuvo la confianza de la cámara, primer paso para su investidura. Este abogado, elegido por Liga y M5S para ser primer ministro, acudió ante la Cámara Alta y describió en su discurso cuál será el programa del Ejecutivo que han firmado las dos fuerzas políticas que lo respaldan.

Conte fue enumerando las medidas que adoptará su Gobierno como la introducción de la renta de ciudadanía a las personas sin trabajo, o el impuesto plano, o la abolición de los sueldos vitalicios de los políticos. Afirmó que la gestión de los flujos de la inmigración por parte de Europa "ha sido un fracaso debido a los cierres egoístas de los estados" y que han hecho recaer la responsabilidad solo en algunos países, sobre todo en Italia.

Por ello, Conte adelantó que pedirán "con fuerza" en Europa "la superación del tratado de Dublín" e instarán al "principio de justa repartición y de sistemas reubicación automática de los inmigrantes con derecho al asilo",

"No seremos racistas nunca", aseveró Conte, pero remarcó que "a Italia no la pueden dejar sola ante este desafío".

"Queremos que los procedimientos para conceder el estatus de refugiado sean justos y veloces para poder defender los derechos de estas personas y no dejarlos en la incertidumbre", agregó. Y aseguró que Italia defenderá a quienes llegan legalmente y se integran en las comunidades dando una contribución "valiosa".

Agregó que se "combatirá con fuerza el tráfico de seres humanos en manos de traficantes sin escrúpulos" y se reorganizará para hacer más eficaz el sistema de acogida. Y adelantó que donde "no exista el derecho de permanencia en el país, se harán efectivos los procedimientos de repatriación". Al respecto, abogó para que todos los estados de la UE "firmen acuerdos bilaterales con los países de donde llegan los flujos migratorios".

Conte aseguró que su Gobierno "no es insensible" y recordó el caso del jornalero de Malí asesinado el pasado domingo a tiros en Calabria, a lo que todo el Senado se puso en pie y aplaudió, y afirmó que la "política tiene que hacerse cargo del estas personas".

Asimismo, aseguró en su discurso de investidura que Europa es la casa de todos y que el deber del país, como fundador, "es hacerla más fuerte y justa". "Europa es nuestra casa, es la casa de todos y como país fundador tenemos el deber de contribuir a una Europa más fuerte y justa", explicó ante el Senado.

Conte, respaldado por dos fuerzas antieuropeas, hizo hincapié en que "los intereses de Italia son los intereses generales de Europa y coinciden en la necesidad de prevenir su declive". Instó a crear una Europa "donde la Unión económica y monetaria esté orientada a proteger la necesidad de los ciudadanos para equilibrar los principios de responsabilidad y de solidaridad".

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