Un grupo de parlamentarios socialistas ha elaborado un plan de ajuste alternativo al presentado por el Gobierno con el objetivo de evitar que el poder de adquisición de los franceses se vea afectado, informó ayer Le Monde.

El diario ha tenido acceso al documento trazado por miembros de la comisión de Finanzas, que estaba previsto que presentasen ayer sus conclusiones al jefe de los diputados socialistas, Bruno le Roux, y a la encargada de presupuesto, Valérie Rabault, y que hoy serán recibidos por el primer ministro, Manuel Valls.

El programa lanzado por Valls contempla una reducción del gasto público de 50.000 millones de euros entre 2015 y 2017 y prevé que los sueldos de los funcionarios no suban y que hasta octubre de 2015 se congelen las pensiones y las prestaciones sociales.

"Hay una oposición muy clara. El objetivo es encontrar un punto de equilibrio entre el Ejecutivo y la mayoría", dijo a Le Monde Rabault, en referencia a las dificultades que podría encontrar ese programa en su votación en la Asamblea Nacional, prevista para el día 29.

Para esos diputados, los hogares de ingresos medios y modestos ya se vieron afectados por los anteriores esfuerzos presupuestarios y no es posible exigirles más.

Este grupo se desmarca de los socialistas que el jueves solicitaron a Valls que moderase el programa de ajuste, planteando que el ahorro se limite a 35.000 millones.

Los participantes en este nuevo documento comparten la cantidad prevista por el jefe del Gobierno, pero piden que no vaya en contra de la recuperación económica y del empleo, que, a su juicio, "se han visto frenados por los esfuerzos presupuestarios".

La primera alternativa, que acelera el calendario de corrección del déficit, propone aplicar el llamado pacto de responsabilidad a las pequeñas y medianas empresas en 2015, pero aplazar a 2016 su aplicación en los grandes grupos, lo que, en su opinión, permitiría no congelar las prestaciones sociales. El segundo escenario busca bloquear la evolución de ciertos gastos fiscales, como el crédito de impuesto para la investigación, y el tercero hace hincapié en un plan de lucha contra el fraude fiscal.

Con estas nuevas propuestas se elevan las críticas internas contra un plan de ajuste que será presentado mañana en el Consejo de ministros y que muchos consideran un giro a la derecha.