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occidente interviene en siria | lanza 105 misiles con francia y reino unido en diversas instalaciones

EEUU amenaza a Al Asad con actuar de nuevo si usa más armas químicas

  • Afirma ante la ONU que espera que el régimen haya captado "el mensaje" del ataque, enfocado a destruir su arsenal

  • El Pentágono cree que se ha "cercenado" su capacidad de usar esta munición

EEUU, Francia y Reino Unido bombardean Siria y desafían a Rusia

Estados Unidos advirtió ayer en la ONU de que, si el régimen de Bashar al Asad continúa usando armas químicas en Siria, está preparado para mantener la presión y tiene sus propias armas "preparadas y cargadas"."Estamos reparados para mantener la presión si el régimen sirio es tan estúpido como para poner a prueba nuestra voluntad", afirmó la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Haley afirmó que, con el ataque lanzado en las últimas horas por su país, el Reino Unido y Francia se dio un "mensaje claro" de que no se permitirá que el régimen de Al Asad continúe usando armas químicas. La intervención fue quirúrgica y puntual, con el único objetivo de disuadir al Gobierno sirio.

El Pentágono afirmó ayer, por otro lado, haber "cercenado" la capacidad del Gobierno de Siria de emplear armas químicas en el futuro después de la ofensiva ejecutada en la madrugada del sábado contra Siria, en respuesta al bombardeo químico del pasado sábado en la localidad rebelde de Duma. "La operación cercena la capacidad (de Siria) de desarrollar, desplegar y usar armas químicas en el futuro", aseguró ayer la portavoz del Departamento de Defensa, Dana White, en una rueda de prensa.

En coordinación con Reino Unido y Francia, Estados Unidos ejecutó la pasada madrugada un ataque contra tres instalaciones en las que, según el Pentágono, "el régimen" desarrollaba y almacenaba armamento químico. En total se emplearon 105 misiles durante la ofensiva.

En una primera acción, se lanzaron 76 proyectiles contra un centro de investigación y desarrollo en Barzah, en las proximidades de Damasco. La segunda ofensiva, en la que se emplearon 29 misiles, tuvo por objetivo un centro de almacenamiento y un búnker en Him Shinshar, en la provincia de Homs.

En está ocasión, según explicó ayer White, el ataque se centró en la capacidad de producción de armas, a diferencia del año pasado, cuando el Ejército estadounidense lanzó 59 misiles Tomahawk contra la base aérea siria de Shayrat (Homs), supuestamente el origen del caza que ejecutó el bombardeo químico en el pueblo rebelde de Jan Sheijún."El año pasado atacamos la (capacidad de) ejecución, ahora hemos ido contra la propia fuente. Por eso estamos convencidos de que hemos limitado su capacidad", dijo White. Sin embargo, el director del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el teniente general Kenneth McKenzie, también presente en la rueda de prensa, quiso recalcar que aún pueden existir "partes residuales" del programa químico del "régimen" de Al Asad, por lo que no se puede garantizar que no se produzcan nuevos ataques ilegales en el futuro.

"Obviamente la infraestructura química es mayor que lo que hemos destruido", concedió McKenzie, quien en todo caso describió la ofensiva de anoche como "precisa, sobrecogedora y efectiva". En cualquier caso, sostuvo el general, este ataque que "es dos veces mayor que el de abril de 2017", traslada un claro mensaje al presidente Al Asad y supone una "poderosa muestra de unidad" de la alianza que conforman tres de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En este sentido, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agradeció a Francia y Reino Unido su participación en la operación.

"Un ataque perfectamente ejecutado anoche. Gracias a Francia y al Reino Unido por su sabiduría y por el poder de sus buenos ejércitos. No podía haber tenido un mejor resultado. ¡Misión conseguida!", escribió Trump en su cuenta personal de Twitter. Su subordinado McKenzie se mostró satisfecho con que todos los proyectiles alcanzaran su objetivo, a pesar de que el Ejército sirio aseguró que sus fuerzas de Defensa Antiaérea derribaron "la mayoría" de los misiles lanzados por la coalición. También confirmó que, tal y como había informado anteriormente el Kremlin, Rusia no empleó sus sistemas de defensa desplegados en Siria para repeler el ataque.

Cuestionado sobre si Moscú -aliado del régimen de Al Asad- había sido advertida de la ofensiva, tal y como resulta habitual en las operaciones contra el Estado Islámico en la región, McKenzie subrayó que esta acción no implica que Rusia y Estados Unidos colaboren en Siria. "Los rusos no tienen capacidad de veto en nada de lo que hacemos. No colaboramos con ellos en Siria. Pero no queremos un enfrentamiento con Rusia, ni ellos con nosotros", concluyó McKenzie.

El ataque de EEUU se produjo el mismo día que el equipo de expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) de la ONU comenzó su despliegue para determinar si efectivamente el Gobierno sirio usó armas químicas en la población civil. De momento, continuará su trabajo pese al ataque.

EEUU, por su lado, afirmó ayer que tiene informes que apuntan a que el Gobierno de Siria empleó gas cloro y sarín contra la localidad de Duma, y denunció que el uso de armas químicas "se suma" al cúmulo de "brutalidades" cometidas por el "régimen" de Bachar al Asad contra su propio pueblo. De acuerdo con la fuente, Washington cuenta con multitud de informes que señalan que fueron las fuerzas leales a Al Asad las que bombardearon el pasado sábado la localidad rebelde de Duma, causando la muerte de al menos 43 personas.

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