El Parlamento turco aprobó ayer tres artículos más de la reforma constitucional propuesta por el Gobierno islamista, entre ellos, el que otorga más poder al presidente del país, actualmente Recep Tayyip Erdogan. También figura una de las disposiciones más polémicas, al definir al presidente como "jefe de Estado" y que le faculta para gobernar por decreto. Si la reforma constitucional supera el proceso parlamentario y después es aprobada en referéndum popular, el presidente también podrá nombrar y destituir a ministros y funcionarios de alto rango.
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