La artillería israelí disparó este jueves varios proyectiles contra posiciones en el sur del Líbano en respuesta a los tres cohetes Katyusha que fueron lanzados desde ese país y que cayeron en varias localidades de Galilea. 

Fuentes militares confirmaron que una batería de artillería efectuó varios cañonazos contra la zona desde la que salieron los cohetes y que por el momento ha cesado el fuego hasta estudiar la situación. 

La Fuerza Aérea israelí no participó en los bombardeos esta mañana, dijeron las fuentes militares. 

Para el Ejército, se trata del ataque de alguna organización palestina como la que hace exactamente un año disparó dos proyectiles contra la localidad de Shlomi, no lejos de donde hoy cayeron los tres cohetes. 

"Un saludo de solidaridad" con los palestinos de Gaza, describieron en medios locales el ataque de esta mañana, que causó dos heridos al alcanzar uno de los proyectiles el tejado de una residencia de ancianos en la ciudad de Naharía, en la parte oeste de la frontera con Líbano. 

Los otros dos proyectiles cayeron en zonas deshabitadas alrededor de la ciudad. 

"Estaba preparando a los niños para ir al colegio, a eso de las 7.30, cuando escuchamos una fuerte explosión y vimos una gran columna de humo", dijo un residente de esa ciudad a un medio local. 

La Policía israelí confirmó los impactos y el número de víctimas, y, aunque en un principio se habló de estado de emergencia, el Ejército, responsable por la población civil, consideró que no es necesario. 

Los responsables militares en la zona anularon las órdenes municipales y la suspensión de clases en los colegios, y ordenaron, como únicas medidas preventivas, dejar abiertos los refugios antiaéreos y estar atentos a los medios de comunicación. 

Israel estaba en estado de alerta en su frontera norte por temor a que la milicia del partido pro iraní Hizbulá cometiera algún ataque en represalia por la ofensiva israelí "Plomo fundido" en Gaza, aunque por el momento ninguna organización se ha responsabilizado del disparo de los cohetes. 

El Ejército considera que detrás del ataque no está el brazo armado de Hizbulá, con el que se enfrentó en una sangrienta guerra hace dos años y medio. 

Los testigos relataron en los últimos días que aviones de combate israelíes patrullaban la zona de forma continua, y que esta mañana sobrevolaron el sur del Líbano para vigilar movimientos en la zona fronteriza. 

Los sucesos en la frontera libanesa-israelí coinciden con la décimo tercera jornada de la ofensiva "Plomo fundido", en la que han muerto unos 700 palestinos y otros 3.000 resultaron heridos. 

Además, nueve israelíes murieron y varias decenas fueron heridos en dicha ofensiva.