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Londres abre una investigación penal por la muerte del exiliado ruso Glushkov

  • Scotland Yard señala que no existen pruebas que la vinculen con el caso Skripal

  • El agente nervioso que envenenó al ex espía pudo haber sido escondido en la maleta de su hija

El Reino Unido anunció ayer la apertura de una investigación penal por la muerte del exiliado ruso Nikolai Glushkov, quien fue hallado estrangulado el pasado lunes en su domicilio de Londres, mientras continúan las tensiones con Rusia por el caso del ex espía envenenado Sergei Skripal y su hija Yulia.

Glushkov, exiliado en el Reino Unido, era cercano al oligarca Boris Berezovski, un enemigo del Kremlin que fue hallado ahorcado en 2013 en este país, aunque Scotland Yard apuntó ayer que "no existen pruebas" que relacionen este caso con el de Skripal.

Esta decisión llega después de que el Gobierno ruso anunciara, asimismo, la apertura de una causa penal para investigar esta muerte, así como el "intento de asesinato" de la ciudadana rusa Yulia Skripal, pesquisa que "se llevará a cabo según las exigencias de la legislación rusa y las normas del derecho internacional".

El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, acusó ayer directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, de estar detrás del envenenamiento al ex espía y su hija, una imputación que el Kremlin tachó de "imperdonable".

Moscú insistió ayer en que Rusia no tiene "nada que ver" con el ataque a Skripal y su hija el pasado 4 de marzo en Salisbury (sur de Inglaterra) con un agente nervioso militar de fabricación rusa, y calificó la actitud de Londres de "un despropósito diplomático".

El Gobierno británico, apoyado por EEUU, Francia y Alemania, tiene claro que Rusia está detrás de lo sucedido y ayer Johnson insistió en que Putin "dirigió el uso del agente nervioso en las calles del Reino Unido, las calles de Europa, por primera vez desde la II Guerra Mundial".

Con todo, el titular de la cartera de Exteriores indicó que el "enfado" británico "no va dirigido contra los ciudadanos rusos ni el incidente ha provocado una rusofobia", sino que "únicamente tiene que ver con el Kremlin de Vladimir Putin".

En la localidad de Salisbury -donde Skripal, su hija y el agente Nick Bailey, que los atendió, continúan ingresados en un hospital en "estado grave"- siguen trabajando en las pesquisas casi 500 policías y unos 200 militares. El cuerpo policial de Wilshire, condado en el que se sitúa Salisbury, reveló ayer que han detectado a otras 131 personas que estuvieron expuestas al agente nervioso, identificado como Novichok, aunque ninguna presentó síntomas de intoxicación.

Según publicó ayer The Daily Telegraph, el agente nervioso pudo haber sido escondido en el equipaje de Yulia, quien viajó a Londres el día anterior al ataque para visitar a su padre, refugiado en el Reino Unido desde el año 2010.

El diario británico citó a fuentes de los servicios secretos que barajarían ahora esta hipótesis para explicar cómo el componente químico habría llegado a suelo británico.

Según esta teoría, con la toxina pudo haber sido impregnado algún artículo del vestuario o los cosméticos de Yulia, o algún otro objeto guardado en la maleta, que pudo abrirse en el domicilio inglés de Skripal. Esto implicaría, según el Telegraph, que la hija del ex agente fuese tomada como objetivo de manera deliberada a fin de atacar a su padre.

La primera ministra británica, Theresa May, ha anunciado una batería de medidas de represalia contra Rusia por lo sucedido, entre las que destaca la expulsión de 23 diplomáticos rusos, la suspensión de las relaciones bilaterales a alto nivel y un aumento de los controles a ciudadanos rusos que visiten el Reino Unido.

Además, confirmó que no habrá representación británica por parte de la realeza ni dignatarios en el Mundial de Fútbol de Rusia de este verano.

Esta medida desató las alarmas de que el Consejo Europeo pudiera debatir la próxima semana un boicot al certamen, algo que negó ayer la canciller alemana, Angela Merkel. Los ministros de Exteriores de la UE tienen previsto reunirse este lunes y, aunque tratarán el asunto del envenenamiento, no hablarán de nuevas sanciones a Moscú, según señaló Merkel.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, manifestó ayer que su país responderá a las medidas tomadas por el Reino Unido "en cualquier momento", al tiempo que subrayó que se tratará de "pasos muy bien meditados".

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