Al menos 15 talibanes han muerto en una ofensiva de las tropas afganas e internacionales registrada en la provincia oriental afgana de Nangarhar, según informó en un comunicado la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF).

El suceso ocurrió en el distrito de Shirzad, limítrofe con Pakistán, en el transcurso de una operación de las tropas conjuntas para localizar un "almacén de armas de los insurgentes" e "interrumpir sus movimientos".

En el transcurso de las inspecciones, varios grupos de insurgentes se enfrentaron a las tropas, que acabaron con las vidas de quince de ellos y decomisaron un lanzagranadas, ametralladoras, granadas, chalecos y rifles.

El enfrentamiento fue confirmado por las milicias talibanes: un portavoz, Zabiulá Muyahid, afirmó a la agencia AIP que trece de sus hombres murieron en la operación, aunque dijo que también perdieron sus vidas treinta soldados y siete civiles.

Varios lugareños aseguraron a AIP que un comandante insurgente local, Muhamad Ismail, también estaba entre los muertos, una información corroborada a esa agencia por el gobernador del distrito vecino de Khogayani.

El mes de julio es clave para la transición afgana, porque marca el comienzo de la atribución de las tareas de seguridad a las fuerzas afganas en siete zonas, y el comienzo de la retirada de las tropas internacionales destinadas en Afganistán.

En el país centroasiático hay desplegados en la actualidad unos 150.000 soldados extranjeros.