El secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, se despidió ayer del cargo con honores, en una ceremonia militar en la que el presidente Barack Obama le impuso, por sorpresa, la Medalla Presidencial de la Libertad.
En una ceremonia celebrada en el predio del Pentágono, Obama elogió el "sentido común y la decencia" de Gates, a quien se refirió como un "humilde patriota". Reconoció la importante labor desarrollada por Gates, con quien colaboró muy estrechamente en la estrategia para las guerras de Iraq y Afganistán. Gates "es un hombre al que he aprendido a respetar", dijo, asegurando que no solo ha sido uno de los secretarios de Defensa más duraderos, "sino uno de los mejores".
Gates, de 67 años, fue nombrado jefe del Pentágono en 2006 por George W. Bush y, tras las elecciones de 2008, Obama le pidió que permaneciera en el cargo.
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