El secretario de Defensa de EEUU, James Mattis, anunció ayer que el presidente Donald Trump ha ordenado "rodear" y "aniquilar" al Estado Islámico (EI) en todas las zonas donde opera el grupo yihadista.

En una rueda de prensa en el Pentágono, Mattis aseguró que el objetivo ahora es que el EI no escape de las zonas en las que persiste y eliminar su amenaza.

Junto al jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el general Joseph Dunford, y el enviado del Departamento de Estado contra el EI, Brett McGurk, Mattis anunció un "cambio táctico" que no buscará desplazar a los yihadistas desde sus posiciones, sino "rodearlos".

La estrategia, que no solo afectará a Siria e Iraq sino también a otros lugares con presencia del grupo yihadistas como Libia o Afganistán, persigue también que los combatientes extranjeros que se han sumado al Estado Islámico no puedan huir y regresar a sus países. "Los combatientes extranjeros son una amenaza estratégica", apuntó Mattis, que dijo que "aniquilarán" esa amenaza para que no se desplacen y pongan en riesgo países desde Europa al sudeste asiático.

El anuncio se daba en la víspera del comienzo del primer viaje internacional de Trump, que lo llevará a Arabia Saudí, Israel y Europa, en el que la lucha contra el terrorismo yihadista será tema central en las conversaciones, especialmente en Riad y en la cumbre de la OTAN a la que asistirá en Bruselas.

El presidente dejó ayer Washington a bordo del Air Force One, que partió de la base aérea de Andrews con destino a Riad, donde Trump pasará el fin de semana antes de volar el lunes hacia Israel.

Acompañado de la primera dama, Melania, Trump se mostró sonriente y saludó desde lo alto de las escalerillas del avión antes de abordar.

También viajan con el mandatario su hija mayor, Ivanka; su yerno, Jared Kushner; el jefe de gabinete, Reince Priebus, y el principal asesor económico de la Casa Blanca, Gary Cohn, entre otros.