"Ningún régimen y ningún dictador deberían subestimar la determinación de Estados Unidos". El presidente de EEUU, Donald Trump, volvió ayer a lanzar una batería de advertencias a Corea del Norte nada más aterrizar en Japón, donde inició una visita de dos días en lo que constituye la primera parada de su su amplia gira asiática que dedicará principalmente a crear un frente internacional contra el régimen de Kim Jong-un.

En la base aérea de Yokota, al oeste de Tokio, Trump envió ese mensaje a Pyongyang en un discurso ante las tropas estadounidenses destacadas en ese enclave. Sin hacer ninguna mención expresa a Corea del Norte, el presidente norteamericano advirtió que "ningún país puede imponerse a las capacidades militares estadounidenses". Trump avisó de que el ejército de EEUU "no vacilarán ni un ápice ante cualquier amenaza".

Trump y Abe trataron el tema del armamento nuclear de Corea del Norte jugando al golfEl régimen de Kim Jong-un amenaza con un "castigo inmisericorde"

Durante su viaje a bordo del Air Force One, Trump afirmó que la amenaza de Corea del Norte será uno de los "temas principales" de su gira, y añadió que se trata "de uno de los mayores problemas para Estados Unidos y para el mundo, por lo que queremos resolverlo".

"Los últimos 25 años han sido de debilidad total, por lo que ahora apostamos por un enfoque muy diferente", dijo Trump sobre el endurecimiento de su retórica a la hora de lidiar con el régimen que lidera Kim Jong-un. El presidente estadounidense agregó que tiene previsto tomar "muy pronto" una decisión sobre la inclusión de Corea del Norte entre los países considerados "patrocinadores del terrorismo".

Pyongyang respondió de inmediato, amenazando con un "castigo inmisericorde" a Estados Unidos si Trump realiza "actos o comentarios insensatos", al inicio de la gira asiática del líder de la Casa Blanca. "Nadie puede prever cuándo Trump emprende un acto insensato. La única forma de controlar estas acciones es domándolo con un poder físico absoluto", señaló el Rodong Sinmun, el diario oficial del Partido Norcoreano de los Trabajadores.

"Advertimos a la camarilla de Trump: si Estados Unidos subestima la fuerte determinación de la RPDC [siglas de la República Popular Democrática de Corea] nos veremos obligados a infligirle un castigo inmisericorde con la movilización de todas nuestras fuerzas", señala el artículo, recogido también por la agencia estatal KCNA.

La escalada dialéctica tuvo su contraste con la forma en la que el presidente estadounidense y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, trataron el asunto de la creciente amenaza armamentística del régimen de Kim Jong-un: jugando al golf en un exclusivo campo al norte de Tokio. Ambos mandatarios almorazaron juntos antes de disputar una ronda acompañados del golfista Hideki Matsuyama, número cuatro del ranking mundial.

Si bien no trascendió mucho del encuentro, Abe reveló que él y Trump "pudieron relajarse" y "mantuvieron el tipo de grandes conversaciones que sólo se pueden tener jugando al golf". El presidente de EEUU hizo hincapié en que Japón es un "aliado y socio fundamental, además de un bello país con gente maravillosa". Trump declaró su "profundo respeto y gran admiración por su cultura y por su honrosa historia".

Tokio y Washington son partidarios de aplicar la "máxima presión" sobre Corea del Norte. El Pentágono calcula que "la única forma" de destruir con "completa certeza" el arsenal nuclear norcoreano y el resto de componentes de su programa atómico sería mediante una invasión terrestre, y ve capaz a Corea del Norte de atacar con armas químicas y biológicas si se inicia un conflicto, según el contraalmirante Michael J. Dumont, el vicedirector de operaciones del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos.