La izquierda mexicana anunció ayer su intención de anular o invalidar los comicios presidenciales del 1 de julio para que sean convocadas nuevas elecciones extraordinarias, al considerar que "se compraron alrededor de cinco millones de votos".

El candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, afirmó en una rueda de prensa que, "cuando menos", las opciones que se están buscando son las de "invalidez o nulidad" de los comicios, que ganó el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El anuncio se hizo un día después de que las autoridades electorales confirmaran los datos oficiales del escrutinio, en el que el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, obtuvo el 38,41% de los votos y su partido se convirtió en la primera fuerza política en el Parlamento aunque sin mayoría absoluta.

Estos resultados quedan pendientes de las impugnaciones que puedan presentar los partidos, que tienen de plazo hasta el jueves para hacer llegar sus recursos ante los tribunales electorales.

"No podemos aceptar esos resultados, tenemos pruebas que demuestran que no podemos partir de esos resultados", insistió.

Aunque en el escrutinio oficial se llegaron a recontar más de la mitad de los votos de las presidenciales, López Obrador dijo que esa medida "no fue suficiente". "No fue suficiente, muy irregular, (hubo) apertura de paquetes (electorales) que ya estaban abiertos, boletas que llegaron por fuera, y muchas otras cosas", añadió. "Vamos a presentar las pruebas el jueves, y vamos a definir el tipo de juicio que se va a interponer, de invalidez o de nulidad", afirmó.

"De lo que no tenemos duda es de que se compraron alrededor de cinco millones de votos", agregó el líder de la izquierda, al reiterar denuncias de que la compra de votos favoreció a Peña Nieto, quien sacó 3,4 millones de votos de ventaja sobre López Obrador, segundo en las elecciones.

Anunció que "vamos a seguir el procedimiento legal. Nuestro movimiento ha sido, es y seguirá siendo pacífico. No vamos a transigir en la defensa de la democracia".

Según explicó el abogado Jaime Cárdenas, del equipo legal de López Obrador, la invalidez o la nulidad de los comicios no son medidas excluyentes y se "pueden pedir las dos vías" ante las autoridades electorales. "Es una diferencia conceptual, pero el efecto es el mismo: se convocan elecciones extraordinarias", agregó.

La invalidez, añadió Cárdenas, está sustentada jurídicamente en el artículo 41 de la Constitución mexicana, que establece la "certeza, la legalidad y la equidad" del proceso electoral.

La anulación de los comicios, por otra parte, estaría amparada en la ley de sistema de medios de impugnación en materia electoral, que establece las condiciones para anular la votación. Ésta fija que una votación puede ser anulada si en el 25% o más de las mesas electorales instaladas se acredita que hubo "irregularidades graves" o que las actas "pongan en duda la certeza de la votación y sean determinantes para el resultado".