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Un judío laico arrebata la Alcaldía de Jerusalén a los ultraortodoxos

  • Un empresario israelí de telecomunicaciones estará al frente de la Ciudad Santa

El empresario israelí de las telecomunicaciones Nir Barkat fue elegido como nuevo alcalde de la disputada Jerusalén, arrebatando el poder en la Ciudad Santa a la lista ultraortodoxa.

En las elecciones municipales celebradas el martes, este judío laico de 49 años consiguió una contundente victoria con el 52% de los votos, frente al 43% de su rival ultraortodoxo, Meir Porush. El tercer candidato más votado, con el 3,5%, fue el magnate y mecenas ruso Arkadi Gaidamak.

Uri Lupolianski, quien en 2003 se convirtió en el primer alcalde ultraortodoxo de la ciudad, imponiéndose frente al hoy primer ministro, Ehud Olmert, había decidido no presentarse a la reelección por un nuevo mandato de cinco años.

En los comicios participó el 41% de los cerca de 530.000 habitantes habilitados para depositar su voto.

Las elecciones municipales se celebraron en todo el país. En la metrópolis costera de Tel Aviv resultó reelegido Ron Juldai, quien es alcalde de la ciudad desde hace una década y cuya principal propuesta es la de reducir los elevados costes de las viviendas.

En su discurso triunfal en la madrugada de ayer, Barkat, político independiente de centro derecha, prometió ser el alcalde de todos los habitantes de la ciudad, en la que se encuentran algunos de los lugares más sagrados para el judaísmo, el cristianismo y el islam y se mostró deseoso de "devolver la esperanza" a Jerusalén.

El empresario, propietario de una empresa de ordenadores, perteneció en el pasado al partido de Olmert y la ministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Livni, que aboga por una solución de paz con Palestina.

Sin embargo, en la campaña electoral se pronunció a favor de ampliar de los asentamientos judíos en el sector oriental ocupado de Jerusalén. Al mismo tiempo, al igual que su rival ultraortodoxo Porush, se posicionó en contra de dividir la ciudad. De todas maneras, sobre las obras en los asentamientos no decide el alcalde de Jerusalén, sino directamente el Gobierno israelí.

Los palestinos exigen que Jerusalén Este, donde viven más de 250.000 árabes, se convierta en la capital de su anhelado Estado.

No obstante, una vez más, la Autoridad Nacional Palestina instó a boicotear las elecciones, al considerar que la Alcaldía de Jerusalén representa a la ocupación israelí, que comenzó con la Guerra de los Seis Días en junio de 1967 y que todavía constituye uno de los principales obstáculos para la solución del conflicto de Oriente Próximo.

Barkat se impuso en las elecciones pese a la creciente presencia ultraortodoxa en la ciudad. Según el Instituto de Jerusalén de Estudios Israelíes, ya son ultraortodoxos unos 140.000 habitantes de la ciudad, cerca del 20% de la población. Su número aumenta además a marchas forzadas, con una tasa de natalidad de 7,7 hijos por matrimonio.

Aunque es ultraortodoxo, el hasta ahora alcalde Lupolianski acabó año tras año autorizando la celebración de la marcha del orgullo gay pese a las fuertes protestas en contra por parte de la población ultrarreligiosa, y tampoco impidió que en el centro de la ciudad se establecieran un buen número de bares, restaurantes y otros locales de diversión nocturna.

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