Al menos 90 migrantes se encuentran desaparecidos después del naufragio ante las costas de Libia de una embarcación comandada por traficantes, informó ayer la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), que teme que estas personas hayan muerto ahogadas en el Mediterráneo. El suceso ocurrió frente a la costa de Zuwara (noroeste) donde, por causas aún desconocidas, el bote naufragó, según contaron los supervivientes a los funcionarios de la OIM.

Han sobrevivido tres personas y se han recuperado diez cadáveres, especificó desde Túnez en una teleconferencia la portavoz de la OIM, Olivia Headon. Dos de los supervivientes nadaron hasta la costa y otro fue rescatado por un pescador libio.

Hasta la costa llegaron, además, los cuerpos sin vida de diez emigrantes, de los que ocho eran paquistaníes y dos libios, según Headon, quien explicó que se sospecha que la mayoría de los ocupantes procedían de Pakistán.

Headon especificó que en 2017 fueron rescatados o interceptados en el mar 29 libios, aunque la cifra real es seguramente mayor.

Pero es sobre todo el número de paquistaníes que tratan de cruzar el Mediterráneo para alcanzar costas europeas el que ha aumentado considerablemente en los últimos meses.

En 2017 llegaron por mar desde Libia a Italia 3.138 inmigrantes paquistaníes, por lo que ocupaban el décimo tercer puesto en la lista general de llegadas a este país, adonde arribaron 119.369 refugiados y migrantes. No obstante, sólo en enero de 2018, un total de 240 paquistaníes hicieron la travesía, cuando en el mismo mes del año pasado fueron nueve.

Según los registros de la OIM, no hubo el año pasado ninguna muerte confirmada de paquistaníes y libios en el Mediterráneo.