La oposición georgiana intentará en las elecciones parlamentarias del miércoles tomarse la revancha por la derrota sufrida en la presidenciales de enero pasado, en las que fue reelegido, de forma fraudulenta según sus detractores, Mijaíl Saakashvili.

"No permitiremos ni nos resignaremos al fraude", declaró el líder de la Oposición Unificada (OU), Leván Gachechiladze, segundo candidato más votado en las pasadas elecciones presidenciales, que los opositores denunciaron como "pucherazo".

Gachechiladze llamó a sus partidarios a concentrarse al término de la jornada de votación en la céntrica Plaza 26 de Mayo (día de la proclamación de la independencia de Georgia) para "impedir que las autoridades manipulen los resultados".

Según el líder de la oposición, "Saakashvili debe abandonar la política y poner fin a la destrucción del Estado georgiano".

"El pueblo tiene grandes esperanzas de cambio y demanda elecciones limpias. Si el Gobierno comete fraude es muy probable que se produzca una insurrección popular", dijo a Efe el diputado opositor Konstantín Guntsadze.

Las encuestas dan una ligera ventaja al oficialista Movimiento Nacional Unido (MNU), con el 26,4% de la intención de voto, sobre la Oposición Unificada, por la que se inclina el 22,4% de los participantes en los sondeos.

Sin embargo, todas las posibilidades están abiertas debido, en primer lugar, al gran número de indecisos y, en segundo lugar, a que por listas de partidos se eligen sólo 75 de los 150 diputados del Parlamento unicameral de Georgia; los 75 restantes son elegidos en circunscripciones mayoritarias.

Para acceder al reparto proporcional de los escaños que se eligen por listas de partidos, las formaciones políticas deben obtener al menos el 5%de los votos emitidos.

Además de la OU y el MNU, podrían entrar en el Parlamento los partidos Republicano y Laborista, así como el Movimiento Demócrata Cristiano, todos ellos de oposición y próximos en las encuestas al mínimo necesario para tener representación parlamentaria.

Los oficialistas llegan a las elecciones del miércoles debilitados por la partida de Ninó Burzhanadze, la presidenta del Parlamento saliente y una de las figuras clave de la "Revolución de las Rosas", las manifestaciones pacíficas que a finales de 2004 provocaron la dimisión de Eduard Shevardnadze, el entonces jefe del Estado.

Burdzhanadze anunció que no se presentaría a la reelección y no encabezaría la lista del MNU, lo que se daba como hecho, tras no alcanzar un acuerdo con Saakashvili sobre los nombres de los integrantes de la misma.

En lo único en que opositores y oficialistas son unánimes es en la necesidad del ingreso de Georgia, lo más pronto posible, en la OTAN, pues consideran que la pertenencia a la Alianza Atlántica es la mejor garantía para la seguridad del Estado.

Las parlamentarias coinciden con un empeoramiento de las relaciones con Rusia y el agravamiento de la situación con Abjasia y Osetia del Sur, regiones separatistas que se escindieron de facto de Georgia a comienzos de los años 90 tras sendos conflictos armados en los que, según Tiflis, tuvieron la ayuda de Moscú.

A finales de abril Rusia incrementó de 2.000 a 2.500 los efectivos de sus fuerzas de paz en Abjasia con el propósito declarado de evitar un "baño de sangre", debido a la supuesta acumulación de tropas georgianas en la frontera con la región separatista.

El incremento de las fuerzas rusas, que Georgia quiere sustituir con efectivos policiales de países europeos, ha sido recibido con inquietud tanto por la OTAN, que instó a Moscú a "revisar" esa decisión, como por la Unión Europea, "seriamente preocupada" por la escalada de tensión.

A las elecciones del miércoles están convocados casi 3,5 millones de georgianos, que podrán ejercer su derecho a voto en 3.552 colegios electorales en el país y en 47 en el extranjero.

En Georgia, los lugares de votación permanecerán abiertos entre las 08.00 y las 20.00 horas (04.00 y 16.00 GMT), tras lo cual se dará comienzo al escrutinio.