El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) instauraron ayer en Oslo una mesa de diálogo culminará hoy con la apertura formal del cuarto proceso de negociaciones de paz desde los años 80.

q¿Por qué hay tantas esperanzas puestas en estas negociaciones? Los expertos opinan que es ahora o nunca: tras casi 50 años de existencia de la guerrilla nunca ha habido un momento más propicio para la paz. Por un lado, las FARC sufrieron duros golpes en los últimos años y se encuentran con casi la mitad de efectivos que hace una década, mientras el Gobierno de Juan Manuel Santos dio muestras de verdadera voluntad de paz y reconciliación. Al cambio de estrategia frente al Ejecutivo de Álvaro Uribe, que pretendía erradicar a las FARC, se une un hartazgo general entre la población colombiana, un contexto regional muy favorable y la mejora de las relaciones con Venezuela, ya que Hugo Chávez empujó también a las FARC a negociar.

q¿Qué es distinto esta vez? Además de la debilidad de las FARC y la distancia de Santos con Uribe, el líder de la guerrilla Timoleón Jiménez, alias Timochenko, apuntó por primera vez la posibilidad de que el proceso de paz contemple la desmilitarización de la organización y su integración en la vida política. Otro aspecto diferente es que las FARC no plantearon la creación de una zona de despeje militar como en el frustrado proceso de paz de hace diez años, para evitar episodios como los del Caguán, cuando la guerrilla aprovechó para rearmarse, replegarse y seguir con su actividad delictiva.

q¿Por qué arrancan en Oslo? Noruega y Cuba son los estados garantes de estas negociaciones, y Venezuela y Chile estados acompañantes. No se descarta la participación de otros países. Noruega tiene una gran tradición de paz y prestigio internacional en la mediación de la solución de conflictos, una amplia red de organizaciones humanitarias y, al no ser una ex potencia colonial, no tiene intereses económicos en las zonas en conflicto, lo que le permite ser más neutral. Cuba, donde seguirá el diálogo, es un referente para los movimientos de izquierda latinoamericanos y se le atribuye una considerable influencia.

q¿Habrá alto el fuego durante las negociaciones? Todo apunta a que no. Las FARC lo pidieron, pero Bogotá se negó debido a la desconfianza que existe por los incidentes ocurridos en procesos de paz anteriores, como los de Caguán, y quiere dejarlo para la fase tres de las negociaciones, la de implementación de los acuerdos. Sin embargo, algunos expertos critican esa decisión y cuentan con que seguirá habiendo muertos y víctimas.

q¿Podría haber paz antes de que la guerrilla cumpla medio siglo? Santos apuntó que para que el proceso sea realista debe establecerse un plazo de en torno a un año. Sin embargo, las FARC no quieren dejarse presionar por límites temporales, mientras los expertos divergen: algunos consideran que un año es un plazo razonable, mientras otros insisten en que el proceso es demasiado complejo. Las FARC cumplirán 50 años en 2014.

q¿Un eventual acuerdo de paz significará la paz para Colombia? No. Las FARC es sólo una parte implicada en la violencia que sufre el país, aunque se trata de la guerrilla más grande y significativa. Las fuerzas paramilitares AUC ya están desmovilizadas, pero aún quedaría el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y numerosas bandas criminales. Sin embargo, hay signos de que el ELN podría unirse también a la negociación de paz.

q¿Quiénes son los negociadores más controvertidos? Controvertida es la participación de Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad, en el grupo de negociadores de las FARC por encontrarse preso en EEUU, condenado a 60 años por secuestro. El Gobierno ya mostró su disposición a buscar fórmulas para su participación, como la videoconferencia, pero EEUU tendría que permitirlo y muchos expertos lo dudan. Otra presencia controvertida incluida en las últimas horas es la de la guerrillera holandesa Tanja Nijmeijer, alias Alexandra, sobre la que pesan órdenes de captura de la Interpol que no pudieron levantarse a tiempo, por lo que se incorporará más tarde. Según los expertos, se trata de dos presencias simbólicas: la primera para poner en cuestión la extradición de sus miembros y la segunda para internacionalizar el proceso.

q¿A quién benefician las negociaciones? Aunque se puede pensar que son las FARC la parte más interesada, las negociaciones han supuesto un fuerte aumento de la popularidad de Santos, sin contar todos los beneficios que tendría la paz para la sociedad y la economía del país.

q¿Siguen las FARC secuestrando? En febrero la guerrilla anunció el fin de la práctica de los secuestros. Las FARC llegaron a tener más de 300 rehenes, pero aseguran que diez militares y policías que liberaron en abril eran los últimos que seguían en su poder. Sin embargo, la Fundación País Libre considera que hay unos 400 secuestrados. Las FARC lo niegan y aseguran que en la zona operan bandas criminales ajenas a la organización.