Tres soldados alemanes muertos y otro cinco heridos de extrema gravedad es el balance de los encarnizados combates con la guerrilla talibán registrados al suroeste de Kundus (norte de Afganistán), los más duros en meses y en el distrito considerado más peligroso de esa región.

El comando central del contingente alemán en Afganistán, con sede en Potsdam (junto a Berlín) confirmó la muerte de los tres soldados, así como el traslado de los que habían resultado heridos en helicóptero hasta Kabul, tras unos combates que se prolongaron durante horas. Según los medios alemanes, la patrulla cayó en una emboscada en el distrito de Char Darah, al sudoeste de Kundus, donde se encuentra el cuartel general del contingente germano en la misión internacional ISAF, liderada por la OTAN. Los soldados alemanes fueron atacados desde varios flancos simultáneamente y con una intensidad que, desde Potsdam, fue calificada de "brutal". Al intentar la retirada, uno de los vehículos de la patrulla pisó una mina, que al estallar provocó los cinco heridos graves, quienes, según la edición digital de "Der Spiegel", están en estado crítico.

Las tres víctimas mortales se habrían producido en el curso del fuego cruzado entre la patrulla y los insurgentes. Al menos un comandante de la guerrilla resultó herido en los combates, según el canal de televisión NTV, extremo que no fue confirmado por las fuentes militares alemanas. Sí confirmaron, en cambio, las informaciones difundidas por medios alemanes de que se trata de los más duros ataques registrados en esa región en meses. En el transcurso de los combates habrían sido incendiadas varias casas de poblaciones circundantes. Char Darah es el distrito más peligroso de los seis que integran la provincia de Kundus y los ataques a las patrullas alemanas son prácticamente diarios.

Con estas tres víctimas sube a 39 la cifra de soldados alemanes muertos en Afganistán desde el principio de la misión ISAF, veinte de ellos en combate o atentados y el resto de forma accidental. Alemania tiene 4.300 soldados desplegados en el norte de Afganistán y forma así el tercer contingente extranjero de la ISAF, tras EEUU y el Reino Unido.

La cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag) aprobó el pasado enero por abultada mayoría el nuevo mandato para la misión del Bundeswehr en Afganistán, que prevé la ampliación del contingente en 850 hombres, hasta un máximo de 5.350 soldados. La medida contó con el apoyo de las fuerzas de la coalición de Gobierno de Angela Merkel -Unión Cristianodemócrata y Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU), junto al Partido Liberal (FDP)-, así como del opositor Partido Socialdemócrata (SPD). Los Verdes se abstuvieron y únicamente La Izquierda la rechazó de plano.

La ampliación del contingente se decidió tras duras deliberaciones en el seno del propio gobierno, que durante meses sostuvo que no se produciría pese a la insistencia del presidente estadounidense, Barack Obama, de reforzar las tropas de la ISAF. Además de tener el tercer contingente en la ISAF, Alemania es el tercer donante internacional de ayuda a Afganistán y desde 2002 ha invertido 1.100 millones de euros en su reconstrucción. Hasta 2013 Berlín destinará anualmente otros 430 millones de euros a ese cometido.

Los ataques coincidieron con la visita a Afganistán del ministro de Cooperación y Ayuda al Desarrollo alemán, Dirk Niebel. En su entrevista en Kabul con el presidente Hamid Karzai, Niebel advirtió de que Alemania no iba a "tirar el dinero por la ventana" y le apremió a luchar contra la corrupción.