Najim Laachraui, uno de los dos terroristas que se inmoló en el aeropuerto de Zaventem (Bruselas) durante los atentados del 22-M, trabajó en este aeropuerto durante cinco años, según informó la televisión VTM. Según la información de este medio, Laachroui trabajó en el aeropuerto hasta 2012 con contratos temporales para una empresa que opera en el aeropuerto, lo cual les hace suponer "que estaba bien informado sobre la seguridad" en Zaventem. Sin embargo, aún se desconoce si por aquel entonces el terrorista ya se había radicalizado. Según el diario Standaard, Laachraui trabajó en el aeropuerto antes de viajar a Siria "e incluso mucho antes de que se radicalizara". 

El terrorista también trabajo durante dos meses, entre 2009 y 2010, como limpiador en el Parlamento Europeo (PE). Ni la Policía ni la autoridad del Aeropuerto de Zaventem han hecho aún declaraciones al respecto. Por otra parte, la VTM informó este jueves de que la Policía encontró pocos días antes de los atentados un lugar clandestino de rezo dentro de las instalaciones del aeropuerto. 

Esta sala de rezo musulmana estaba situada en la planta baja del aeródromo, justo en la zona de traslado de equipajes, donde se reunían los miembros del personal del aeropuerto que estaban radicalizados, siempre según este medio. La VTM precisó que este espacio ya ha sido vaciado y cerrado a petición de la Policía. Una carta abierta de la Policía belga denunció que al menos 50 simpatizantes de la organización terrorista Estado Islámico (EI) trabajan en el aeropuerto de Zaventem, y algunos incluso poseen pases de seguridad y pueden acceder a las cabinas de los aviones. 

La Policía criticó que gran parte de los trabajadores del aeropuerto que se ocupan de la gestión de los equipajes en las pistas "tienen antecedentes judiciales, a menudo por hechos criminales graves", lo cual atribuyeron como resultado de "políticas progresistas de activación laboral". Entre el personal del aeropuerto hay, por tanto, personas "sospechosas", a juicio de la policía aeroportuaria, por su "ideología radical y una larga historia de antecedentes a sus espaldas". 

El ministro belga pide evitar conclusiones sobre el empleo del terrorista

El ministro belga del Interior, Jan Jambon, pidió  que no se saquen conclusiones precipitadas sobre el hecho de que uno de los dos terroristas que se suicidó el pasado 22 de marzo en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem, Najim Laachraoui, trabajase durante cinco años en ese aeródromo. "No hay que sacar conclusiones demasiado rápido", sostuvo Jambon, quien apuntó que aunque se permitiera trabajar en el aeropuerto a esta persona hace años no quiere decir que entonces ya estuviera radicalizado.

El titular belga, que se dirigió a los medios a su llegada al Consejo de Ministros europeos de Interior que se celebra hoy en Luxemburgo, dijo que "hay que mirarlo en el contexto del proceso de radicalización, que puede ser muy corto". Laachraoui trabajó para una empresa que opera en el aeropuerto hasta 2012 con contratos temporales, según ha revelado la cadena flamenca VTM.

Preguntado acerca de si existe un problema en Zaventem, donde se habrían detectado más personas radicalizadas, Jambon afirmó que la radicalización es un proceso que puede darse en cualquier ámbito. Explicó, por otro lado, que los servicios de inteligencia de Bélgica han alertado de que debido al recrudecimiento de la situación en Siria podría producirse el regreso de los combatientes extranjeros de Bélgica.

"De Bélgica hay 200 combatientes extranjeros aún en Siria y sabemos que posiblemente volverán sobre todo porque la presión es mayor en Siria ahora", indicó el ministro, que citó informaciones de los servicios de inteligencia del país. "Posiblemente mandarán a los combatientes extranjeros a sus países para actuar", continuó. En paralelo, el ministro belga negó haber dicho que la mayoría de los musulmanes apoyen el terrorismo.

"Nunca he dicho que la mayoría de los musulmanes apoyen el terrorismo. Nunca lo he dicho y no es la verdad. Es una minoría, una pequeña minoría", recalcó. jambon aclaró que lo que se ha detectado es un proceso rápido de radicalización y dijo que éste es un punto sobre el que hay que trabajar, pero afirmó que "tenemos suerte de que no sea la mayoría de los musulmanes en el país".