José calvo poyato. escritor

"Acercarse a lo que piensan personas que toman decisiones es complicado"

  • El autor cordobés acaba de publicar su ensayo 'El milagro del Prado', que explora los eventos que rodean a la salida de los cuadros del museo durante la guerra civil española

Imagen del escritor egabrense José Calvo Poyato.

Imagen del escritor egabrense José Calvo Poyato. / El día

-¿Cuánto tiempo ha trabajado en el ensayo?

-A veces se trata de hacer muchas lecturas, de ir buscando, ir seleccionando. Yo diría que entre año y medio y dos años, incluyendo la investigación. Yo he utilizado fuentes secundarias, salvo algún caso muy concreto como artículos perdidos o revistas difíciles de localizar. Normalmente escribir un ensayo supone una redacción previa que se va aquilatando.

-¿La intención del ensayo ha sido siempre la misma o ido cambiando durante el desarrollo del mismo?

-Básicamente siempre ha sido la misma. Yo creo que era un episodio que resalta la gravedad que supone un conflicto bélico para el patrimonio artístico de cualquier país, y en este caso el de nuestro patrimonio artístico en el caso de la guerra civil. Yo quise que, teniendo en cuenta que el episodio fundamental es la salida de los cuadros del museo del Prado, señalar que había muchos más elementos, aunque éste fuera el más importante, que se vieron seriamente afectados. Era importante enmarcar este hecho en el marco histórico en el que se producía.

-¿Cree que este hecho tendría cabida en el contexto cultural y político actual?

-Bueno, hoy no tenemos un conflicto bélico, y menos mal. Por lo tanto, estamos en una situación completamente distinta. Esperemos que no se repita la situación de 1936.

-El ensayo se plantea responder a distintas dudas respecto al evento. ¿Le quedan dudas tras la investigación?

-Yo creo que siempre quedan dudas en el aire, y desde luego tratar de acercarse a lo que piensan determinadas personas que toman decisiones siempre resulta, cuanto menos, complicado. Uno puede acercarse a los hechos, a veces es mucho más complicado acercarse a qué determina esos hechos.

-¿Qué hechos refleja 'El milagro del Prado' que cree que son interesantes para destacar?

-Hay un caso llamativo. El gobierno republicano decide sacar la colección del gabinete numismático del Museo Arqueológico Nacional. Las monedas estaban acuñadas en oro y plata, que más allá del valor numismático tenían valor por el propio material. La decisión de sacarlas, habiendo monedas únicas como las del Al-Andalus, significó su pérdida. Sabemos que llegaron a Méjico y las monedas se han perdido. Hay una decisión que perjudica de forma totalmente negativa a nuestro patrimonio.

-¿Qué explicación tienen estas decisiones?

-Ellos dieron una explicación: se sacan porque temían que el material quedase afectado por los bombardeos. Pero sabemos que los que se quedaron en el Prado quedaron intactos, yo creo que había interés propagandístico.

-¿Qué recorrido hicieron los cuadros del Prado?

-Primero se fueron a Valencia, con el gobierno, posteriormente a Cataluña y finalmente cruzan la frontera cuando estaba todo perdido. Acabaron en la ciudad de Ginebra. Fue un auténtico peregrinaje derivado de una irresponsabilidad importante. Aún así hay que recalcar el trabajo de los técnicos que cuidaron de los cuadros, que tuvieron un cuidado y un mimo para evitar la tragedia, por eso he denominado al libro como un milagro, El milagro del Prado.

-¿Fue complicado realizar toda esta investigación?

-No, había mucho material. Se había hecho un documental y alguna película al respecto. También había artículos de los propios protagonistas. Se realizaron muchos documentos para asegurar que los cuadros volvían a España. Precisamente, hay algunos testimonios, como el del propio Azaña en el castillo de Perelada, en Gerona. Cuando él está allí, dice que se siente angustiado sabiendo los cuadros que tiene debajo y llega a dejar escrito "esto es mucho más importante que la República y la Monarquía juntas, es el alma del pueblo español".

-¿Qué se lleva usted de esta investigación?

-Básicamente, conocer que en un conflicto se toman decisiones de carácter político que pueden ser verdaderamente perjudiciales. Por ejemplo, el gobierno de la República toma otra decisión propagandística nombrando a Pablo Picasso director del museo, pero él nunca quiso serlo, y obligaba a tomar las decisiones a su subdirector, Sánchez Cantón, pero por suerte éste se llevo los cuadros a los sótanos del museo, el lugar más seguro.

-¿Tiene pensado retomar el tema en alguno de sus escritos?

-Bueno, alguien me ha planteado en algún momento escribir una novela al respecto, porque hay hechos que lo piden. Por ejemplo, la firma de uno de los documentos se produce de noche mientras caen bombas y no hay luz, una escena de novela. Lo que pasa es que ya se había escrito Los colores de la guerra, por lo tanto la idea era hacer un ensayo. Ahora estoy más pendiente de la salida de El último tesoro visigodo, que sale en otoño. Además, estoy documentándome para mi próxima novela, que también es escribir en el sentido amplio del término. Hay mucho trabajo previo antes de escribir el capítulo 1.

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