Pese a que el Año Murillo no empezará oficialmente hasta el 28 de noviembre, cuando el violagambista Jordi Savall ofrezca un concierto –junto a Hespèrion XXI y la Capella Reial de Catalunya– en torno a las músicas de la época del pintor, desde el Ayuntamiento de Sevilla aseguran defender desde hace tiempo la cita como “el emblema de la promoción turística de la ciudad”, y la celebración del cuarto centenario del nacimiento del artista ha llevado al equipo municipal a divulgar la efeméride en diferentes destinos –Londres, Berlín, Los Ángeles o Nueva York– y a visitar “museos a lo largo del mundo”, señala el alcalde de Sevilla. El tiempo acecha, y el Año Murillo “no es que esté cerca, es que está encima”, dijo este martes Juan Espadas en un acto en el Museo de Bellas Artes donde se presentó la oferta completa de esta conmemoración –un programa que ya se había ido detallando anteriormente– así como un vídeo y la imagen que ayudarán a difundir a partir de ahora la convocatoria.

El diseño, obra de la agencia M&C Saatchi, toma como inspiración uno de los autorretratos que pintó el artista –en concreto el que posee actualmente la Frick Collection de Nueva York– en una composición que altera la mitad del rostro del genio con un pixelado. Un grafismo y un lema, Sevilla, Murillo y la mirada innovadora, que quiere conectar la modernidad de la producción del pintor con la ciudad del siglo XXI. “La innovación es el elemento que une al Murillo de hace 400 años con la Sevilla de hoy”, argumentó Espadas.

Una imagen de la Sala V del Museo de Bellas Artes.

En el acto, al que asistió igualmente el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, el alcalde anunció que a partir de este miércoles se podrán adquirir, en la web murilloysevilla.org y el portal del ICAS, las localidades para el concierto inaugural, así como las entradas para la exposición Murillo y su estela, una de las diez muestras que se contemplan en la programación y que, comisariada por Benito Navarrete, albergará el Espacio Santa Clara.

Asimismo, informó el consejero de Cultura, el Bellas Artes ha cerrado ya la Sala V, una de las estancias más destacadas del museo, para preparar la instalación de la muestra Murillo y los Capuchinos de Sevilla, una “museografía compleja” en la que se recreará el retablo del convento de los Capuchinos y la composición que concibió Murillo, un conjunto al que pertenecía El Jubileo de la Porciúncula que, procedente del Museo Wallraf-Richartz de Colonia, actualmente se está restaurando. En su intervención, el consejero volvió a mostrar su deseo de que el Año Murillo “sea el detonante que sensibilice al Gobierno” para destinar fondos a la esperada ampliación del Bellas Artes.