Rafael Cansinos, hijo y heredero universal del autor de La novela de un literato, ha estado estos días en Sevilla, ciudad natal de Rafael Cansinos Assens, y ha tenido la oportunidad de conocer el espacio donde se instalará la fundación dedicada al legado del traductor, ensayista, novelista, poeta e icono de la bohemia española. "También he mantenido contactos con responsables de la Junta para que se impliquen en el Patronato de la fundación", explica.

La Fundación-Archivo Rafael Cansinos Assens (ARCA) iba a constituirse en Madrid, pero allí, lamenta el hijo del escritor, "todo se diluye en un maremágnum". Tras unas jornadas en la última Feria del Libro sobre el escritor sevillano, en la que Cansinos habló de su desesperación burocrática, el Ayuntamiento movió ficha rápidamente y le ofreció la posibilidad del traslado de sede a Sevilla. En un principio, el heredero pensó en Madrid como sede natural (al fin y al cabo, Cansinos Assens pasó allí toda su vida desde los 15 años), pero el eco que ha encontrado aquí su propuesta ha modificado su opinión. "En la ciudad natal de mi padre será mucho más sencillo difundir su figura y su obra, y para aquellos que tengan interés en conocer el archivo y el museo, proponer una visita a Sevilla, tan fantásticamente comunicada con el resto del país, es siempre algo muy agradable", dice.

El archivo de Cansinos Assens, confirma su hijo, vendrá "en su totalidad" y en un estado de conservación "formidable", aunque a falta de "digitalizarlo cuanto antes para evitar que algunos documentos escritos a lápiz no se pierdan". Este legado -5.000 cartas, una parte de su biblioteca personal, 200 manuscritos...- incluye su correspondencia completa con Jorge Luis Borges y con autores españoles cruciales del siglo XX, como Juan Ramón Jiménez o Ramón Gómez de la Serna, aunque a su hijo no le gusta destacar nada del archivo, pues "cualquier manuscrito suyo es significativo", incluso las cartas que intercambiaba con "el más humilde los poetas ultraístas".

Cansinos espera que el Ayuntamiento "haya acertado con sus previsiones". Según la delegada de Cultura, Maribel Montaño, la sede definitiva, en el Convento de Santa Clara, estará lista para el segundo semestre de 2011 o el primero de 2012. "Ojalá que la planta baja la podamos dedicar a un museo del escritor y su tiempo. Sería una gran aportación a la ciudad, que no tiene ningún museo de estas características", dice.

Hasta que se produzca esa apertura, que convertirá a la fundación en la primera entidad del gran complejo cultural que el Ayuntamiento quiere levantar en el barrio de San Lorenzo, ARCA tendrá un "espacio provisional" en ese mismo inmueble. Y ahí, en un "pequeño despacho", Cansinos empezará brevemente a organizar las primeras actividades de la fundación en Sevilla. "Me gustaría que la fundación diese algunas becas, que organice cursos y seminarios con regularidad, que se hagan adquisiciones de cartas de Cansinos Assens, que vayamos formando una biblioteca de la Edad de Plata en Sevilla y que desarrollemos otras muchas actividades que tienen un coste económico importante año tras año", explica. Para 2010 los objetivos son editar "al menos dos libros" y, "si a partir de la primavera está terminada la primera fase de las obras de rehabilitación en Santa Clara, organizar unas jornadas de conferencias". A más largo plazo, mejorar el trato de la Universidad a la figura de su padre, insuficiente en su opinión. "Pretendemos implicar a los universitarios de Humanidades en la construcción de nuestra web. Hay mucho trabajo que hacer y creemos que si hay muchos universitarios realizando tareas académicas dentro del archivo, la percepción cambiará notablemente en este ámbito", dice.

La fundación tendrá financiación pública -a falta de concretar la participación de la Junta, el Ayuntamiento, que se integrará en el Patronato de ARCA, aportará unos 90.000 euros anuales-, pero Cansinos aspira a contar con aproximadamente 300.000 euros al año y a "no depender exclusivamente del dinero público". "Nuestro ideal -explica- es que estos recursos [públicos] no lleguen al 25% del presupuesto. Vamos a dedicar parte de nuestros esfuerzos a buscar más recursos financieros. Queremos proponer proyectos concretos a empresas, tener un grupo importante de socios y amigos de la fundación que aporten unas cuotas, y, sobre todo, generar ingresos propios con iniciativas culturales de carácter empresarial".

Además, ARCA deberá retocar algunos puntos de sus estatutos. "Antes la fundación estaba basada en una declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del archivo de mi padre. Esto era muy importante para que el archivo pudiera difundirse en su totalidad sin trabas legales. Esta declaración de BIC no ha sido posible realizarla en Madrid y va a precisar de unos años para hacerla en Andalucía, porque hay que catalogar el archivo antes de iniciar el expediente, que tiene un procedimiento lento. Así que hemos convertido la declaración BIC en una actividad de la fundación, y de momento difundiremos aquella parte del archivo de la que tengo yo el control de la propiedad intelectual", afirma.

Cansinos, que quiere también colocar una placa "en alguno de los escenarios en los que pasó mi padre su infancia y juventud", está convencido de los efectos beneficiosos de la llegada a Sevilla del archivo de su padre. "Seguimos muy de cerca la presencia de Cansinos Assens en internet y en la prensa, no sólo en artículos monográficos, sino también cuando se le cita. Pues bien, desde que comenzó en la pasada primavera el interés del Ayuntamiento por la fundación hemos detectado un aumento de citas por encima del 80% con respecto al año anterior".