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Cultura

La Bienal homenajea el talento polifacético de Vicente Escudero

  • Desde el 3 al 30 de septiembre, el Espacio Santa Clara acoge en una exposición el legado cultural del bailaor vallisoletano, autor de numerosas pinturas y escritos.

En su programación de actividades paralelas al transcurso diario de los espectáculos, la XVII Bienal de Flamenco de Sevilla apuesta por homenajear al bailarín vallisoletano Vicente Escudero con una exposición -la de mayor dimensión hasta la fecha- de sus cuadros y objetos personales. Líneas en libertad, título de la muestra del artista fallecido hace ahora 32 años, recoge una serie de 56 dibujos a la cera, de 67 x 50,5 centímetros y con marco.

Asimismo, se exhibirán un total de 93 piezas, entre las que aparecen 22 fotografías, recortes de prensa, críticas y una copia de su conspicuo decálogo, que ha guiado a multitud de artistas y que reivindicaba la quietud en las caderas, la armonía en cabeza, brazos y pies y la hombría, la tradición y el donaire aplicados al baile flamenco. También se incluye una colección de pertenencias materiales de Escudero, entre las que se hallan discos, una guitarra dedicada a la bailarina Carmita García, un reloj de bolsillo, unas castañuelas metálicas, catálogos, cartas personales, libros, revistas, medallas y una bata de cola diseñada por Joan Miró.

La capacidad que Vicente Escudero (Valladolid, 1888 - Barcelona, 1980) tuvo para amoldarse a diferentes disciplinas fue incuestionable. Trapasó las lindes del escenario y compartió las tablas con la pintura -plasmó 130 cuadros-, la escritura o la coreografía. Pero su alma polifacética le condujo además a ser conferenciante y, en ocasiones puntuales, cantaor y actor.

El bailaor sevillano José de la Vega, discípulo y seguidor del maestro castellano, profundo conocedor del universo flamenco, posee un elevado porcentaje de culpa de que el tributo vaya a llegar a buen puerto. Su empeño y admiración han impulsado a la Bienal a rescatar el valioso legado cultural de Escudero, repleto de danzas y de sabias y coloridas maniobras con el pincel. Su pintura retrata ademanes rígidos o elásticos, caracolas y volantes que avivan el aire, brazos que se alzan con pretensión de hurtar la luna. Su obra queda a mitad de camino entre la magia y la inocencia.

Se decía de él que de niño rompía las tapaderas de las bocas de riego de tanto zapatear sobre ellas. De formación puramente autodidacta, el bailarín protagonizó una trayectoria de proyección internacional que le permitió pasear con orgullo sus zapatos sin chapas. Creador del baile por seguiriya, Escudero ahondó en las raíces flamencas en busca de la renovación y de la evolución del género; fabricó incluso unas castañuelas de bronce para moverse entre nuevos sonidos y el movimiento de sus brazos, cargado de virilidad a pesar de estar izados, venía inspirado por las ramas de los árboles.

La exposición podrá contemplarse en el Dormitorio Bajo del Espacio Santa Clara del 3 al 30 de septiembre, con un horario de 10:00 a 14:00 y de 17:30 a 21:00 desde el lunes al viernes y de 10:00 a 14:00 los sábados. Se trata sin duda de una cita ineludible, complementaria a las sesiones de música y baile.

Entre tanto, la Bienal cierra sus últimos flecos para el próximo mes. El guitarrista Rafael Riqueni, cuya actuación estaba prevista para el 7 de septiembre dentro del espectáculo Triana toca, canta y baila, se cae definitivamente del cartel por prescripción facultativa. En su lugar, José Acedo, El Fity y Joselito Acedo -hijo de José-, guitarristas todos trianeros, rendirán tributo a la figura de Rafael; el primero interpretará unas seguiriyas y una soleá, segundo y tercero darán vida a unos tangos y unas bulerías. La guinda la pondrán los fandangos de Riqueni dedicados al Niño Miguel, en la que participarán las 18 cuerdas.

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