Ya ocurrió con la película La novia de Paula Ortiz. La cinta llevaba al cine la obra de Lorca Bodas de sangre. La fotografía y sus localizaciones encumbraron a este film que para el que suscribe no dejaba de ser un vídeo clip exageradamente dilatado pero que gozó de la aceptación de bastantes representantes de la crítica.

Ahora nos llega al Central la propuesta de Oriol Broggi y la compañía La Perla 29 (con la colaboración del Grec). Sobre el papel, y en atención a sus intérpretes y músicos, estamos ante un espectáculo que cuenta con todos los ingredientes para convertirse en un excelente momento teatral.

Sin embargo, Oriol Broggi se decanta por ‘enfriar’, hasta convertirla en pura declamación, la interpretación que le pide a Nora Navas y a Clara Segura (y, lógicamente, al resto de sus compañeros). El texto de Lorca, poesía dramática densa y bellísima nos llega, de esta manera casi como si estuviéramos en una lectura dramatizada.

No sabía si me había muerto o sufría un ataque de insensibilización que me impedía degustar el texto lorquiano: todo llegaba frío a pesar de la música en directo, más de concierto en sí que integrado en una obra teatral.

La aparición del caballo, salvo por su bella estampa, deviene en puro esteticismo porque no aporta nada a la tragedia. Esta propuesta sirve, también, para notar con horror el dibujo hipermachista de las mujeres lorquianas.