barragán / escalera

XXVII Festival de Primavera de JJMM y la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Intérpretes: Pablo Barragán, clarinete; Juan Escalera, piano. Programa: Sonatas para clarinete y piano de Leonard Bernstein y Francis Poulenc; Fantasía para clarinete y piano sobre motivos de 'Lucrezia Borgia' de Donizetti de Antonio Romero y Andía; Sonatina para clarinete y piano de Joseph Horowitz. Lugar: Salón de los Carteles de la Plaza de Toros de Sevilla. Fecha: Lunes 6 de junio. Aforo: Lleno.

El tradicional festival que, con el apoyo de la Real Maestranza de Caballería, Juventudes Musicales organiza cada fin de curso, cuando el verano empieza a dejar de la primavera sólo el nombre, arrancó ayer con la actuación de uno de esos jóvenes talentos andaluces surgidos al calor de la OJA y gracias a otros esfuerzos que en materia de formación musical se han hecho en la comunidad en los últimos veinticinco años.

Desde su residencia suiza, Pablo Barragán (Marchena, 1987) triunfa ya por media Europa, aunque sus visitas a Sevilla son frecuentes. Esta vez lo acompañaba otro sevillano, Juan Escalera, en un programa de música tonal del siglo XX, dominado por la melodía y el ritmo, incluidas claras reminiscencias jazzísticas.

Lo que más admira del marchenero es la forma de administrar un sonido que resulta de extraordinaria homogeneidad y una exquisita variedad de matices dinámicos. La regulación de la intensidad resulta especialmente brillante en las gamas más leves, como en esos pianisssimi con los que arranca la Romanza de Poulenc o en las secciones lentas del Andantino de Bernstein.

Es el de Barragán un clarinete de efusiva calidez, dulce sin ser dulzón, firme sin resultar duro. La delicadeza del fraseo fue en todo momento compatible tanto con los algo vacuos gestos virtuosísticos de la Fantasía decimonónica de Romero como con la magia sensual y acariciante de la maravillosa canción de Antonio Carlos Jobim de la propina.