Aquella letra de Golpes Bajos que hablaba de malos tiempos para la lírica no sospechaba que un día vendría un virus que obligaría al Teatro de la Maestranza a reducir su aforo, drásticamente, de un día para otro, de las 800 butacas -lo que ya suponía un 65 % del aforo- a 200 por función debido a la nueva normativa con la que se planta cara al coronavirus.

Ha ocurrido con Così fan tutte, la ópera de Mozart, que se representa desde mañana, y hasta el día 7, en el coliseo del Paseo Colón. Una producción del Teatro Maestranza y del Calderón de Valladolid que cuenta con la puesta en escena del sevillano Rafael R. Villalobos y dirección musical del mexicano Iván López Reynoso.

Las funciones se han adelantado a las 19:00 para que se cumpla con el toque de queda

En la presentación a los medios de esta ópera, el pasado miércoles, Menéndez subrayó la "esperanza" que aporta un estreno que "no ha sido fácil para nadie. Hemos sido rigurosísimos y tenido un control absoluto para que el teatro sea un sitio seguro, tanto para el equipo como para los espectadores. En los ensayos hemos hecho pruebas constantes a los artistas, para asegurarnos de que estaban libres de Covid-19, hemos tomado la temperatura a todo el mundo y nadie se ha quitado la mascarilla", señala el director del Maestranza, que tuvo que añadir la función del día 1 -el estreno iba a ser inicialmente el 3- para reubicar a todos los interesados en este espectáculo.

Vanessa Goikoetxea, Maite Beaumont, Simon Mechlinski, Xabier Anduaga, Natalia Labourdette y Roberto de Candia interpretan este montaje en el que Villalobos plantea una puesta en escena que va avanzando a medida que se desarrolla la trama. "Empieza como algo muy barroco, como una comedia al uso, y poco a poco se va volviendo más humana, más realista, hasta un final un poco oscuro", explica el director sobre un trabajo con una estética "limpia" en el que están presentes "el telón, las candilejas, la concha del apuntador y otros elementos teatrales como una metáfora de la vida" y en el que Villalobos ha sido respetuoso con el material original. "Es una tontería cambiar por cambiar, a mí me parece más interesante explorar lo que ocurre con los personajes", dice el director, reconocido con premios como el Premio Princesa de Girona de las Artes y las Letras o el reconocimiento Andaluces del futuro, que otorga el Grupo Joly.

Para López Reynoso, la partitura de Mozart es un "verdadero viaje emocional" que va "de la carcajada hasta la nostalgia y la desolación, de la euforia a la soledad". Una amalgama de sensaciones que se encontrará con el público del Teatro Maestranza a partir de mañana. Las funciones se han adelantado a las 19:00 para que los espectadores puedan llegar a su casa antes del toque de queda decretado por las autoridades.