Dorantes y Marina Heredia | Crítica

Cantes de autor

Dorantes y Marina Heredia presentaron su disco 'Esencias' en el Teatro de la Maestranza.

Dorantes y Marina Heredia presentaron su disco 'Esencias' en el Teatro de la Maestranza.

Se trata de un recital para voz y piano conformado por el repertorio clásico y popular de finales del siglo XIX y también de los del XX. Decimonónicas fueron las seguiriyas, con un brillante arreglo, muy percusivo, que casi dejó desnuda la voz. Pero Heredia es una consumada intérprete que puede afrontar este reto, como lo hizo, con solvencia, resultando así la pieza más fresca e inmediata. También lo son la granaína de Chacón, que ejecutó la cantaora a la forma camaronera, y la de Vallejo, uno de los momentos más brillantes de la noche. Del repertorio de los últimos 50 años se seleccionaron las nanas Al calor de la manta, con música de Manuel Molina y letra de Pedro Ribera. Y las Galeras de Juan Peña-Enrique de Melchor-Félix Grande que hicieron con la épica propia de la pieza a la que sumaron, incluso, mayor énfasis, acaso excesivo. Dorantes hizo un par de descargadas a dúo con Javi Ruibal, de su repertorio habitual, muy rítmicas, en las que brillaron las concidiciones técnicas de ambos intérpretes. Son música que hemos escuchado en decenas de ocasiones con los más diversos arreglos. El trabajo de armonización de los cantes tradicionales, todos ellos por cierto, de autor, conocido o no, es sin duda lo más novedoso de Esencias. La recta final fue un subidón de energía cuando los vientos y percusiones de la Banda de la Hermandad de los Gitanos subió a escena. Primero fue el turno de Orobroy, una pieza que hemos escuchado en las más diversas versiones, a las que sumar esta con banda y dos fandangazos a cargo de Heredia. Y el tema final:una salve-marcha-tangos.

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