El pintor jiennense José Quero, miembro de Arte Actual y creador de un mundo enigmático de figuras, objetos y fondos, donde el realismo, las tensiones móviles y la musicalidad lo envuelven todo, falleció a los 76 años en Valencia, donde fue incinerado.

Román de la Calle, catedrático de Estética de la Universidad de Valencia y amigo personal del artista, recordaba ayer que Quero llegó al mundo de la pintura gracias a su condición de oftalmólogo, que "le llevó a interesarse por el mundo de las formas y los colores". "su obra definitiva, llena de tensiones geométricas y claroscuros, era de muy difícil de clasificar, y llegó a ella tras sus conocidos desgüaces", añadió el catedrático.

Su etapa titulada Espacios abstractos y estructuras abarcó desde 1971 a 1980, y en ella convivía lo real con lo abstracto. A comienzos de los años 80 inició una serie llamada Puertas cerradas, de tintes claramente escenográficos, que dio paso al periodo Figuras, entre 1986 y 1996, en el que se amplió su lenguaje pictórico aportando nuevos signos y gestos a sus obras. Quero también trabajó con collages "misteriosos y meticulosos".