Cautivó a los espectadores de la pasada Bienal de Flamenco y casi dos años después de su estreno y su pase por teatros de toda España (entre ellos el Lope de Vega con gran éxito), La gloria de mi mare, esa inteligente y desternillante simbiosis entre teatro y flamenco, regresa esta semana a la cartelera sevillana en el Teatro Quintero, del 7 al 9.

Asunción Pérez Choni, bailaora curiosa y sin prejuicios, se convierte en esta obra en la artista que quiso ser, en un pasado ya lejano, su madre, personaje que interpreta, en uno de sus papeles más geniales, el simpar Juanjo Macías. Con el humor por bandera pero también rescantando los pasos más bellos de la escuela sevillana, Choni y Macías rendirán tributo a las madres de artistas y a esa época de empresarios avaros y baúles llenos de vida.

De regreso a La Fundición está la compañía Bricabrac, una asidua a la cartelera de la sala de La Casa de la Moneda. En esta ocasión, y desde el jueves al domingo de esta semana, el director Alberto Roldán lleva a escena C'est la vie (el principio muy duro), primera obra de la compañía con la que debutaron en 2005 y que ahora, en sus visita a Sevilla, cumple cien representaciones, tras su visita a festivales y salas de toda España.

La pieza, escrita e interpretada por la actriz Elena Bolaños, es un espectáculo en clave de comedia que habla de la vida vista a través de los ojos de Irenita, una niña de nueve años. El público asiduo a las propuestas de Bricabrac ha podido ver en la Fundición Insomnio, una suerte de secuela del título que ahora se rescata en la que Irenita cuenta ya con 30 años, una madurez que no le ha hecho perder una pizca de humor y frescura.