tejiendo lunas

Cante: Laura Vital. Guitarra: Eduardo Rebollar, Sócrates Mastrodimos. Violín: Jamal Quassini. Piano: J. Lechado. Percusión: Chupete. Coro: Raquel Cabello, Inma del Río. Palmas: Perico Chana, Diego Montoya. Lugar: Sala Cajasol. Fecha: 7 de abril. Aforo: Casi lleno.

Laura Vital presentó su disco con un gran espectáculo de variedades flamencas , muy entretenido, donde, además de cante, gozamos del fenomenal toque solista de Mastrodimos por rondeña y de la Danza ritual del fuego. Vital cantó en andaluz, pero también en romaní, árabe y griego, mezclando tangos de Granada y soleares de Triana con con moasharas, para lo cual contó con Quassini, un virtuoso marroquí. Además hizo estilos poco habituales como las cantiñas de la rosa, que presenta como un cante de Sanlúcar, su tierra, y que forma parte de su repertorio desde hace años.

Tan identificada está con la pieza la cantaora que la domina completamente. También es la única cantaora actual que hace la zarabanda, un bellísimo fandango malagueño con el que cerró una prodigioso cante del Mellizo, una de las melodías más espléndidas que se han compuesto en el flamenco. La granaína, que en otro tiempo era un cante recurrente, se ha convertido poco a poco, también, en una rareza. Vital se identifica igualmente con este cante, ya que le permite mostrar toda la belleza tímbrica, caliente, colorida, dulce, de su voz, además de su gran técnica de fraseo. La nana, cantada a piano, fue un momento muy emotivo ya que, tras hacer las versiones de Lorca y Falla, la cantaora invitó a su padre a subir al escenario, que le dio la réplica por nanas flamencas.

Los fandangos de Huelva, las seguiriyas, La canción de los gitanos y la fiesta por bulerías completaron el programa de una noche gozosa.