Cultura

Guadalupe Nettel gana el Herralde de Novela con 'Después del invierno'

  • El cordobés Manuel Moyano, finalista del premio por 'El imperio de Yegorov'.

La escritora mexicana Guadalupe Nettel ganó ayer la trigesimosegunda edición del Premio Herralde de Novela, que convoca Anagrama, con la obra Después del invierno. El jurado del galardón -compuesto por Salvador Clotas, Paloma Díaz-Mas, Marcos Giralt Torrente, Vicente Molina Foix y el propio editor Jorge Herralde- proclamó finalista la novela El imperio de Yegorov, del cordobés Manuel Moyano.

La ganadora y el finalista salieron de una lista de 11 novelas seleccionadas de las casi 1.500 presentadas, la más alta participación de la historia del premio, dotado con 18.000 euros para el ganador.

Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973) es autora de dos novelas, El huésped (con la que resultó finalista en 2005 del mismo Herralde) y El cuerpo en que nací, así como de varios libros de cuentos como Pétalos y otras historias incómodas y El matrimonio de los peces rojos (Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero). Traducida a más de diez lenguas, Nettel ha obtenido además galardones como el Premio Nacional de Narrativa Gilberto Owen, el Antonin Artaud y el Ana Seghers.

En Después del invierno, la obra ganadora ahora del Herralde, un hombre y una mujer cuentan la historia de su vida: Claudio es cubano, vive en Nueva York y trabaja en una editorial; y Cecilia es mexicana, vive en París y es estudiante. Nettel define su novela como la historia de "un encuentro chispeante de dos neuróticos" que viven "algo de magia efímera".

"Hace mucho que soñaba con el Herralde y cuando fui finalista en 2005 ya pensé que era lo máximo a lo que podía aspirar", confesó Nettel ayer en Barcelona. La novela, explicó, tiene que ver con todo el tiempo que pasó ella en París. Temas como la muerte, presente desde el inicio, porque la narradora tiene fascinación por los cementerios, o la inmigración, "esa sensación de vivir en un país prestado y de no pertenecer al lugar del que se fueron", conviven en las páginas de una obra, dijo, que no es luminosa, sino "oscura". Nettel quiso aclarar que su novela "no es autobiográfica", como sí lo fue El cuerpo en que nací, aunque tiene muchos elementos de los cinco años y medio que pasó en París o los 15 que vivió en Francia.

El finalista del premio, por su parte, ambienta El imperio de Yegorov en 1967, cuando una estudiante de Antropología, Izumi Fukada, contrae una extraña enfermedad en la isla de Papúa Nueva Guinea mientras forma parte de la expedición japonesa que busca la tribu perdida de los hamulai. Este episodio trivial es el primer eslabón de una cadena de acontecimientos que prosigue en Japón y Estados Unidos y termina alumbrando 75 años después una pesadilla distópica a escala planetaria.

Jorge Herralde alabó la "audacia narrativa" de la obra de Manuel Moyano, narrada a través de cartas, testimonios, interrogatorios, e-mails, testamentos, noticias periodísticas o prospectos médicos. "La improvisación actuó bastante a mi favor", afirmó el autor cordobés, que escribió la historia en dos intensas semanas tras empezarla sin saber, aseguró, a dónde le llevaría.

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