Crítica 'Un lugar donde refugiarse'

Hallström y Sparks: nadie engaña a nadie

Un lugar donde refugiarse. Drama romántico, EEUU, 2013, 115 min. Dirección: Lasse Hallström. Guión: Leslie Bohem, Dana Stevens. Intérpretes: Julianne Hough, Josh Duhamel, Cobie Smulders, Noah Lomax, David Lyons. Fotografía: Terry Stacey. Música: Deborah Lurie.

Especialista en la adaptación de best-seller, por las manos y la cámara de Lasse Hallström han pasado novelas millonarias en ventas de John Irving (Las normas dela casa de la sidra), Joanne Harris (Chocolat), Annie Prouxl (Atando cabos), Clifford Irving (La gran estafa), Paul Torday (La pesca del salmón en Yemen) o Lars Kepler (El hipnotista). Es lógico que se confíe en él para estas tareas dada su corrección narrativa y su capacidad para patinar el cine comercial con una capa de qualité. Lo que gusta a ese gran público que no quiere parecer que lo es.

Por ello es también lógico que Hallström acabara por encontrarse con Nicholas Sparks, el Corín Tellado global, el Barbara Cartland del siglo XXI, el actual rey de la novela rosa que a los muchos millones de ejemplares vendidos y dólares ganados suma el mérito de que las películas basadas en sus novelas arrojen también millonarios beneficios. Razón por la que el escritor se ha convertido también en productor de las versiones cinematográficas de sus novelas y guiones. Todos ganan. El público se entretiene y hasta llora. Pues aquí paz y después gloria. No es cosa de estropear un matrimonio tan bien avenido entre un autor y su público. Lo que por otra parte es imposible. Cuando alguien da con la nota del éxito el público contrae con el autor las nupcias más sólidas, estables y duraderas que nuestra cambiante sociedad conozca. No existe el divorcio para estos matrimonios.

No es difícil dilucidar el misterio de esta unión viendo Un lugardonde refugiarse: persecución una noche de lluvia en una estación de autobuses, una mujer que huye, un maravilloso pueblo costero en Carolina del Norte -lo mejor de la película- como refugio, un viudo guapo de buen corazón como futuro sentimental, una casita de madera en el bosque, un buen trabajo y una jefa buenaza… Pero el pasado la persigue, en la forma de un policía obsesivo que cree que nadie es inocente, irrumpiendo en este paraíso. Claro: si no, no habría película. Gente guapa, pueblos maravillosos, canciones románticas, lluvia durante las excursiones para obligar a refugiarse, amor y suspense. Todo interpretado por los guapos Julianne Hough y Josh Duhamel. Se comprende que los mecanismos de estas novelas, y de sus adaptaciones, seduzcan a millones de lectores y espectadores.

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