DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Crítica 'Francisco, el padre Jorge'

Insuficiente y apresurada biografía

francisco, el padre jorge. Biográfica/drama, Argentina, 2015, 105 min. Dirección: Beda Docampo Feijóo. Guión: Beda Docampo Feijóo, César Gómez Copello (basdo en el libro de Elisabetta Piqué). Fotografía: Kiko de la Rica. Música: Federico Jusid. Intérpretes: Darío Grandinetti, Silvia Abascal, Leticia Brédice, Carlos Hipólito, Alejandro Awada.

Es difícil decir que sea oportunista hacer una película sobre la vida de Francisco Bergoglio antes de ser proclamado Papa. Aunque toda ella está orientada hacia su aclamada y popular imagen internacional como pontífice, lo que supone un fuerte atractivo para la taquilla, también es cierto que las carteleras no están para películas sobre papas (salvo que sea el Papa Borgia). Su tono hagiográfico le hace pasar de puntillas sobre lo más espinoso (su relación con la Teología de la Liberación o con la dictadura) y profundo (la siempre difícil representación de la experiencia religiosa que conduce al cine a los límites de lo decible y lo filmable sólo rozados por un Dreyer, un Bresson o un Pasolini) para privilegiar lo más fácil y popular (su volcarse con los más desfavorecidos, su enfrentamiento con los hipócritas beatos y bien pensantes, su sencillez y su pasión evangélica por los más desfavorecidos). Lo que invita a pensar que se trata de una operación oportunista u oportuna (juzguen ustedes mismos) que asume los riesgos que a toda película sobre una figura religiosa acechan en estos tiempos de laicismo consumista a la vez que espera beneficiarse del tirón popular de la figura.

Simplemente correcta en su realización de aire televisivo, con un débil guión (basado en el libro de la periodista Elisabetta Piqué) que privilegia los momentos decisivos (ignorando que en una personalidad religiosa estos se producen siempre en soledad y oración) y bien interpretada sobre por Darío Grandinetti y Silvia Abascal, esta bienintencionada (¿u oportunista?) película pasará sin pena ni gloria cinematográfica por las salas. Abordar historias en principio interesantes a las que después no les saca provecho parece ser la marca del guionista y director Beda Docampo Feijóo (Quiéreme; Amores locos). La grandeza real del personaje se le escapa. Otra cosa es lo que diga la taquilla soberana. Una película correcta para un canal católico de televisión pero insuficiente para la gran pantalla.

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