Cultura

'Lagartos de cine' se adentra en el proceso de creación del guión

  • Los directores Jaime Rosales, Manuel Martín Cuenca y Javier Rebollo presentan los libretos de 'La soledad', 'La flaqueza del bolchevique' y 'Lo que sé de Lola"

Ayer se presentó en la Fnac una nueva colección de libros dedicada a editar guiones del cine español, Lagartos de cine, que según palabras de su editor Manuel Martín Cuenca, el director de La flaqueza del bolchevique -uno de los libretos publicados-, "contiene además del guión, el proceso de creación y abstracción que caracteriza a toda obra artística". La colección contiene los guiones de las películas La soledad de Jaime Rosales y Lo que sé de Lola, de Javier Rebollo, y se completa con comentarios, diálogos de los directores y hasta un diario personal y profesional de Rebollo en el que se pueden apreciar "los sabores y sin sabores del proceso creativo", comenta Cuenca.

En palabras del editor "esta iniciativa es humilde pero ambiciosa en cuanto al cariño y a la pasión con la que está hecha". El director del Festival de Cine Europeo, Javier Martín Dominguez, añadió que esta colección es "una guía para aprender cine y tener la experiencia de unos directores que serán parte de la historia del cine español".

Jaime Rosales, director de La soledad, que ha participado en la colección con la incorporación de un cuaderno de notas breves, manifestó haber "cumplido mi sueño frustrado de ser escritor . Filmar es relativamente fácil, lo complicado es escribir".

Además de estas tres publicaciones, Lagartos Editores continuará su andadura por los guiones cinematográficos con Mujeres en el parque y El silencio según Bach dirigidas por Felipe Vega y Pere Portabella respectivamente. Tan sólo dos porque, según Cuenca, "no podemos editar más de un par de libros por año".

Basada en "la pura subjetividad", la elección de estas películas por parte de la editorial, según el director de la polémica Tiro en la cabeza se basa en dos criterios, "por un lado, la necesidad de fijar algo y de darle mayor tiempo de vida a unas películas que, como todo, están destinadas al olvido y, por otro, hacer pensar y emocionar al lector", concluye.

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